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EN LA EPOCA DEL 4%

EN LA EPOCA DEL 4%

La Esquina Joven es realizada en el Centro Educativo Marillac, con los estudiantes de dicho plantel. Hoy Aracelis Mena. 30/01/2014

 

¿Hacia dónde  va la formación de docentes?
Los resultados de las mediciones internacionales y nacionales en las que participa el país evidencian el precario desempeño de nuestros alumnos en el sistema educativo dominicano.
La culpa del problema se le atribuye, en lo fundamental, a los docentes y a su formación, sin tomar en cuenta que desde hace muchos años la inversión pública en educación ha sido una de las más bajas en todo el continente americano.

En respuesta esas críticas, el MESCYT creó la Comisión de Reforma de la Formación de Docentes que tiene varios años trabajando en la creación de las normativas necesarias para que la formación de los docentes se realice bajo un marco propicio a la calidad.

Se realizó un diagnóstico sobre las condiciones en que se realiza la formación de docentes en las 25 instituciones formadoras y se establecieron los estándares e indicadores a ser tomados en consideración para el buen funcionamiento de esas las escuela 08-11 que establece las dimensiones de la formación y las competencias que deben evidenciar los egresados de la carrera y los requisitos de ingreso a la misma.

Las dimensiones priorizadas son desarrollo profesional y personal, pedagógica-curricular, gestión escolar y sociocultural, donde se atienden los diferentes bloques de contenidos de la formación docente, desde una perspectiva global e integradora
La política establecida es favorable a al reclutamiento de los mejores bachilleres para ingresar a la carrera y se establece en la misma la necesidad de que todos los aspirantes a ser docentes pasen un examen de admisión que permita establecer si los mismos tienen las competencias y aptitudes adecuadas para ser docentes.

El Pacto Educativo firmado por los diferentes sectores de la sociedad avala estas decisiones.

Posterior a la creación de esta normativa, el MESCYT estableció los perfiles de la formación docentes dando lugar con ello a la necesidad de revisar la normativa indicada para adecuarla a los nuevos requerimientos del MINERD.

Lo primero que resalta a la vista en la amplitud de las carreras que resultan del nuevo perfil del docente: 15 titulaciones orientas a atender las necesidades de los niveles, ciclos, áreas y disciplinas del currículo en proceso de reforma.

Así, tendremos titulaciones para el nivel inicial, para el primero y segundo ciclo del nivel primario, y para el nivel secundario atendiendo las áreas curriculares, por ejemplo, educación artística o educación física, y para las asignaturas específicas, como física, química, biología y matemática.

Se pone mucho énfasis en la necesidad de que el nuevo docente tenga una componente fuerte en la formación propia del área a disciplina de enseñanza para que este pueda realzar adecuadamente su trabajo en el aula.

Una importante modificación va en el sentido de que el peso de los diferentes componentes de la formación (general, pedagógica y especializada) varíe en función del nivel en que se ha de desarrollar el docente.

De igual modo, se precisa en las normativas la necesidad de que los docentes en estos programas tengan, a su vez, la titulación correspondiente, de maestría o doctorado, pero en el área en que deban enseñar, es decir, si usted enseña química, debe tener al menos una maestría en el área.

Además, se definieron líneas complementarias de política educativa necesarias para el buen funcionamiento de los programas.
En primer lugar, un plan de formación de formadores para que estos estén actualizados y puedan a su vez transferir a los nuevos docentes una visión moderna de la educación.

También, se preconiza por la acreditación de las escuelas de formación de docentes. Este componente es sumamente importante puesto que es la garantía de la calidad de los mismos.

Supone un proceso de autoevaluación de las carreras, una visita de expertos externos y un juicio valorativo sobre la calidad del programa y, a partir de este, un plan de mejora que garantice que la escuela opere en las mejores condiciones.

Asimismo, se incluye una política de investigación a los fines de obtener conocimientos científicos sobre los diferentes aspectos que inciden en el aprendizaje de los alumnos así como sobre las condiciones bajo las cuales se realiza la función docente, la práctica educativa a nivel del aula, entre otros temas de interés. Es importante, que como línea complementaria se incorpore la formación de doctores en las universidades nacionales a los fines de fortalecer la práctica investigativa en la gestión curricular en el sistema educativo dominicano.

También, existe definida una política de internacionalización. Hoy no vivimos aislados y cada día es necesario ver lo que otros países están haciendo, sus mejores práctica, para estudiarlas e incorporar esas experiencias en el análisis de la realidad nacional, ver en qué medida nos pueden servir para lograr mejores resultados en la formación de docentes y en el aprendizaje de nuestros niños.

Es importante destacar que existe un trabajo colaborativo entre los ministerios de educación del país, las universidades y expertos invitados en la Comisión de Reforma De la Formación Docente. Es un trabajo colectivo llevado a cabo con las mejores intenciones de hacerlo bien.

Hay en todos una preocupación genuina para lograr que nuestro sistema educativo y nuestras universidades operen en la mejores condiciones en la referente a la formación de los docentes que el país requiere para que la educación de nuestro país sea de mayor calidad.

Es una garantía de que las nuevas generaciones de docentes, formados en nuestras universidades a partir de estas normativas, serán más pertinentes, con una formación sólida y mayor vocación de hacer bien el trabajo.

El Nacional

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