Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

POR: Rafael R. Ramírez Ferreira
rafaelelpiloto1@hotmail.com

 

 

Lo ideal sería ignorarlos tanto y de tal manera, que les duela

 

Reiteramos una vez más, que necesitamos aun sea una ilusión, un milagro, una utopía, un espejismo, lo que sea pero, que nos ayude a no perder las esperanzas de que surja una casta, un destinado, un extraterrestre o algo aún por definir pero, que sea diferente a nuestros políticos. A estos seres indolentes que desde hace determinado tiempo nos han corroído hasta el alma; donde Bandera se ha convertido en un pedazo de trapo; Nación, en una finca privada con siete cuerdas de alambre de púas; la Constitución, en un trozo de papel sanitario y Patria, en una prostituta de baja reputación.

Somos tan pendejos, irresponsables y vagos, que para nosotros “na e na”. Solo nos importa el día a día y mañana repetir lo mismo, si es posible. Ahora y no es de ahora, nos dicen que somos ricos, que disponemos de dinero para todo y para todos. Lo que no nos dicen, es que todo es prestado, vulgares “fiaos” que van dejando un rastro de miseria, corrupción, indelicadezas, torpes argumentaciones y un desgarrador y abusivo clientelismo que compromete el buen vivir, de los que aun ni sus padres han nacido.

Aun con nuestra limitada cultura, conocemos que quien roba ganado, comúnmente le dicen cuatrero; el que asalta en el mar, es un pirata; el que roba en una casa, es un ladrón; el que mata una persona, es un asesino; quien abusa de un menor, es un pederasta y así, cada cosa tiene un nombre generalmente de fácil aceptación y conocimiento general.

Pero, cuestiono, que nombre recibe aquel que frustra aspiraciones; que mata esperanzas y más en los seres indefensos, ya sea por su falta de cultura o pobre condición económica o social; que promete y no cumple; que engaña con su verbo endemoniadamente traicionero y embaucador; que se aprovecha de las debilidades mentales y morales de los demás; que abusa de la autoridad que le es conferida por medio a un voto; que solo piensa y obra para su bienestar; aquellos cuyas ambiciones no se le conocen límites… ¿Dígame usted, cómo se llama?.

¿Cree usted que podrían llamarse “políticos?… No sé, pero ante tanto disimular e irresponsabilidad generalizada, sobre las grandes y pequeñas cosas que ameritan ser condenadas, denunciadas y resueltas, quizás solo debemos decir, como le aconsejo Claudio Máximo al gran Marco Aurelio: “Ofrecer la imagen de quien no se tuerce más que la de quien se endereza”, o, respirar hondo buscando en el aire algún suspiro de valor de los hacedores de esta patria, y decirles a todos estos enganchados a la política, antes de ponerle freno a este caballo politiquero desbocado: “Te voy a ignorar tanto, que dudarás de tu existencia”.

Eso sería ideal, que las urnas aparezcan llenas de todo, menos de votos, como muestra del desprecio que se han bien ganado estos señores y además, enviar el mensaje de que ya estamos hasta el hartazgo, “jartos”, abrumados, hastiados, envenenados de tantas vagabunderías, indolencias e indelicadezas. Pero, el pensar esto, es simplemente, una utopía más.

Mientras tanto, nuestros políticos permanecen muy ocupados en sus “delicadas funciones”, por cierto, muy “honorables”; en ese clientelismo y una impresionante lista de “proyectos” muy personales pero, donde no aparece ninguno que constituya un objetivo nacional. Habría que estar preparado para no sufrir un infarto al miocardio si de buenas a primera, en un arranque de locura, alguno de ellos propone la revisión del famoso tratado de extradición con los Estados Unidos, donde los narcos negocian con ellos y al poco tiempo están otra vez con nosotros, con una especie de blindaje.

Lo negociado por los narcos, implicando sus socios o compromisarios, que no tengan interés para los norteamericanos, que no haya afectado “sus intereses”, se queda en el limbo, porque si no mandaron drogas hacia su territorio, lo que hayan hecho aquí, simplemente no les interesa. Que si era socio de fulanito o le pagaba por determinados servicios, no les interesa; que si llamo a perencejo buscando protección en el último momento de su apresamiento, no les interesa.

Es por eso que tantos y tantos continúan como perros por su casa y burlándose en la cara de todas las autoridades que les son o han sido contrarias a sus negocios y, como esto tampoco les interesa a nuestros esforzados y “honorables” políticos, continuaremos en el mismo tollo. Otras vez… ¡No j… s! ¡Sí señor!
Twitter:@rafaelpiloto01

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