WASHINGTON. AP. Aviones de combate de la marina y la aviación estadounidenses atacaron objetivos ayer en Libia sobre una franja del litoral del Mar Mediterráneo cerca de las ciudades de Sirte y Brega, en el último día de la participación estadounidense en las misiones de combate en la nación norafricana, dijeron funcionarios estadounidenses.
Un avión A-10 Thunderbolt de la fuerza aérea estadounidense incursionó cerca de Brega, que es una de las ciudades donde se desarrollan los combates en la costa libia, y un AV-8B Harrier atacó cerca de Sirte, donde vive el líder libio Moamar Gadafi.
El capitán Darryn James, vocero del Pentágono, que ambos ataques fueron lanzados contra vehículos militares libios, «como parte de nuestro compromiso para proteger a la población civil de Libia». No dio otros detalles.
Varios funcionarios dijeron entretanto que veían pocos indicios de que el gobierno de Obama se decida por darles armas a los rebeldes, que son ampliamente superados en armamento por las fuerzas de Gadafi.
El secretario de Defensa, Robert Gates, se opuso a eso la semana pasada, al decirle al Congreso que si está determinado a que los rebeldes reciban armas extranjeras entonces los suministros deberían provenir de otras naciones que no fuera Estados Unidos. La Casa Blanca ha dicho que no ha tomado una decisión a favor ni en contra.
Estados Unidos anunció que el sábado iba a ser el último día de la participación de sus aviones en las misiones de combate en Libia, pero accedió el pedido de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de hacer una extensión del plazo por otras 48 horas.
Los combatientes rebeldes volvieron a tomar Brega, capturando la mitad de la ciudad y comprometiéndose a expulsar a las fuerzas de Gadafi. Un funcionario de defensa estadounidense que reveló sobre las incursiones con A-10 cerca de Brega, dijo que Estados Unidos considera que la ciudad, pese a haber sido fuertemente atacada aún seguía en manos de las fuerzas del gobierno.