Actualidad

¡Feúra que enamora!

¡Feúra que enamora!

Hablaré desde mi particular visión poética y rindiéndole homenaje a Don Manuel Rueda y su poema sobre la “feura”, en relación con los criterios estéticos que norman nuestro accionar político, tanto en la vida pública como al interior de los Partidos. De los aspectos técnicos de construcción partidaria: estatutos, finanzas, logos, locales, logística, se encargan siempre los que saben hacerlo.
Y, ¿qué es un Partido alternativo, incluyente?, en un país normado por los intereses pecuniarios, las cuentas Offshore (listado, con nombres que jamás imaginamos) y generalmente el menosprecio de la política, donde la manipulación sustituye el pensamiento, y siempre se imponen los intereses de filiación clasista, racista, y grupales?
Cada oveja busca su pareja, entonces Luis Abinader busca a su compañera de boleto en su grupo primario o y vemos a Guillermo Moreno responder a esa selección con un educador de larga data, de la cantera de casi todas las maestras del sistema público de educación.
Dos visiones, dos declaraciones públicas que hay que desglosar en toda su carga ideológica, ya que el PRM es un partido de masas, pero no es popular, porque lo popular (a no confundirse con el populismo) tiene un carácter de clase que la burguesía define como de “tigueraje”..
No tengo problemas con que el “tigueraje” asuma el poder, si su actitud no es depredadora del Estado (lo que han aprendido) y reconoce que lo que pertenece a la gente para ella debe utilizarse, como el famoso Ministerio de los Robado al Pueblo que creó Obrador, que incauta y subasta los bienes robados y los devuelve a las comunidades más pobres y que debería ser la primera creación del próximo gobierno.
Tenemos muchísimo que aprender como pueblo y la tarea, de entrada agota, en un país manipulado por tantas falsas concepciones de la política y del ejercicio político, de nuestras concepciones identitarias, sexuales, históricas, raciales, y hasta geográficas.
Todos queremos “pertenecer” al status quo, porque es más fácil que trillar nuevos caminos, despertar conciencias, no perder el rumbo. Mucho más fácil que optar por los condenados y condenadas de la tierra: los “feos”, los sin dientes, los “mal vestidos”, los que vocean para que los escuchen y nunca aprendieron a hablar bajito, los gordos, los esqueléticos, los pajonuses, los de “cabello malo”, los trans, los homos y lésbicos, los deportados de Nueva York , y Estados Unidos, esta masa estigmatizada que al llegar aquí tiene casi nulas posibilidades de reintegrarse a la misma sociedad de que salieron expulsados económicamente.
Optar por ellos, reconocerles, solidarizarnos, implica el diseño de políticas especificas, una intencionalidad a prueba de desrizados, salones de belleza, o concepciones pequeño burguesas.

El Nacional

La Voz de Todos