Madrid. EFE. El polifacético músico argentino Fito Páez se rinde en elogios al piano, un instrumento que considera «un hermano, un compañero de la vida», y que será su único acompañante en la gira española de cinco conciertos que dará a partir del próximo miércoles.
«Cada actuación será diferente y me dejaré llevar por donde me dicte la música», ha señalado en una entrevista telefónica con Efe el artista, quien espera sorprender de esa manera a su público durante su gira «Solo piano». Este instrumento -explica Fito- «da una gran libertad en el manejo del repertorio, al contrario de lo que ocurre cuando tocas en una banda, donde todo está muy ajustado».
Así, dependiendo del concierto, el músico interpretará versiones o temas propios, recorrerá su disco «Rodolfo» (2007) e incluso afirma que alguna noche lo que toque «será una mezcla de todo eso».
El artista recuerda que, en una actuación en Montevideo, recorrió «todo el repertorio de Charly García, algo que no había hecho antes». Para Fito, esa es la magia del piano. «Me resulta muy divertido -explica- actuar de esta manera».
Fue en 2007 cuando el músico argentino imprimió un giro a su carrera con la publicación del disco «Rodolfo», en el que dio a conocer la íntima relación que le une al piano.
«Uno es músico y va intentando cosas», cuenta el artista, para quien ese álbum fue «una vieja deuda que tenía pendiente», algo que llevaba tiempo persiguiendo y para lo que no encontraba las circunstancias propicias. Un cambio de rumbo así «no es una decisión que tomes de un día para otro», indica Fito, para quien resulta complicado «venir trabajando con mucha gente y de repente encerrarte a grabar en solitario». Aquel disco se hizo tras finalizar su película «¿De quién es el portaligas?», rememora Fito. Era un largometraje «muy barroco, repleto de personajes y disparates», señala el músico, quien cree que un trabajo «ascético y en blanco y negro» como «Rodolfo», pudo ser «una respuesta» a un trabajo tan «recargado».