El secretario de Trabajo no logró ayer conciliar diferencias y fracasó en poner fin al conflicto entre patronos y trabajadores en torno al aumento salarial, debido a que ambas partes mantuvieron posiciones cerradas sobre el tema.

De inmediato, representantes de distintos gremios sindicales anunciaron que convocarían una huelga general si no recibían una respuesta a las demandas.

Representantes de diversos gremios realizaron un piquete ayer frente a la Secretaría de Trabajo, en demanda de que las autoridades atiendan sus reclamos.

Aunque las centrales flexibilizaron su demanda y ahora piden desde un doce a un 22 por ciento para escalas que van desde el mínimo hasta los 27 mil pesos, los empresarios elevaron su propuesta de doce a 15 por ciento pero sólo para el salario mínimo.

Al término de los encuentros separados que sostuvo con ambos sectores, el doctor Max Puig manifestó preocupación por el final de las reuniones de ayer, pero convocó nueva vez para el próximo jueves, y advirtió que si en este encuentro no se produce una salida, las autoridades la buscarán solución al conflicto.

Puig, que ha pugnado por un aumento salarial para el sector privado, dijo que tenía esperanza de que ayer se materializara esta iniciativa, porque había conversado de manera informal con ambos sectores.

Entre las dificultades que impiden el acuerdo está que los trabajadores piden que el alza abarque por encima del salario mínimo pero la ley sólo facultad al Comité de Salarios a revisar el mínimo.

El funcionario reiteró la necesidad de que se produzca un aumento mayor que al salario mínimo porque le preocupan las condiciones de vida de los sectores menos favorecidos, pero reiteró que el Comité no tiene facultad para discutir una escala mayor al mínimo.

Dice que ese aumento debió producirse desde el primero de abril de este año y no ha pasado porque no ha habido un acuerdo, y mientras unas empresas están esperando que se produzca para aplicarla, otras ya lo han hecho efectivo.

La portavoz de los patronos, Marisol Vicens, informó que no había acuerdo, y que los sindicatos eran los culpables de esa situación.