Jovenel Moise, candidato del Partido Tet Kale, ganó las elecciones presidenciales celebradas el 20 de noviembre en Haití, con un 55.67% de los votos, conforme a cifras preliminares ofrecidas por el Consejo Electoral Provisional.
Moise, un empresario de 48 años, sería proclamado como nuevo presidente haitiano, dado que su más cercano rival, Judes Celestin, apenas alcanzó un 19% de la votación, aunque ya afloran denuncias sobre supuesto fraude electoral.
Se resalta que los comicios en el vecino país transcurrieron en orden, a pesar de la baja concurrencia a las urnas, lo que se atribuye a una combinación de desinterés de los sufragantes y a los daños causados por el huracán Matthew.
Por el holgado triunfo que se atribuye a Moise, cercano colaborador del ex presidente Michel Martelly, se da por seguro de que asumirá la presidencia de Haití, una nación que sin recuperarse del terremoto que la asoló en 2010, ahora brega con la destrucción causada por un huracán.
La celebración de elecciones sin mayores contratiempos y la escogencia de un ganador en primera vuelta, se traduce en garantía de que Haití recuperaría algo de estabilidad política e institucional, con lo que se espera que sus nuevas autoridades enrumben esa nación hacia horizontes menos fatídicos.
Por tratarse de un cercano colaborador del expresidente Martelly, las expectativas de que un gobierno de Jovenel Moise promueva mayor acercamiento con República Dominicana no lucen tan amplias, aunque siempre será de buen augurio tener un interlocutor en Haití legalmente válido.
El presidente interino, Jocelerme Privert, ha tenido sobrada voluntad política en impulsar mejores relaciones domínico-haitianas, sin dejar de resaltar que intereses económicos y políticos, algunos involucrados con el partido de Moise, halan la cuerda en dirección contraria.
La celebración de elecciones sin la ocurrencia de violencia y la presentación de resultados electorales creíbles, constituyen noticias alentadoras sobre el futuro político haitiano y amplía las posibilidades de que los inquilinos de la Isla Hispaniola mejoren sustancialmente sus relaciones sustentadas en la cooperación, comprensión y el respeto mutuo.