Johnny Ventura
Siempre estaremos del lado del artista de la calidad, categoría y veteranía de Johnny Ventura.
El Caballo Mayor no es cualquier merenguero; es un gran exponente de este género musical ¡y cuidao! Hablar sobre Johnny Ventura es aventurarnos a quedar cortos y hasta a agotarse nuestras páginas escribiendo las bondades que este artista posee en términos de sus aportes a la música. Por eso, cuando escuchamos la versión que tiene Ventura sobre el ¿merengue? de calle, nos atrevemos a levantar la mano en apoyo a su análisis y comentarios. Que el merengue de calle siga campante y sonante en la radio, no necesariamente signifique que sea un producto bueno. Coincido con Johnny Ventura cuando advierte que propuestas como las que hace Omega, no deben identificarse como merengue, porque no cuentan con una base rítmica de género.
No está demás afirmar y corroborar, como lo dice Johnny Ventura, que las letras de una canción no determinan su género.
Claro está, debemos añadir que las letras de un tema musical aportan calidad a la interpretación y, en muchos casos, han determinado la permanencia de un tema en particular. Johnny Ventura es la historia viva del mejor merengue, ícono musical de nuestro ritmo criollo. El merengue que ha identificado a El Caballo Mayor es un merengue acompasao, apambichao y sabrosón. Hay fusiones de merengue de pambiche, u otros temas. Si tú buscas el Carbonero, encontrarás que se llamaba merenpiné, porque fue la primera vez que le metimos timbal a un merengue. De ahí que el ritmo de calle, mal llamado merengue, sea precisamente una réplica mal hecha y, podríamos hasta decir, totalmente divorciada de nuestro folclore, por más que se le quiera endilgar atributos que nada tienen que ver con calidad ni con el compás de nuestro verdadero merengue.
No negamos que los precursores y representantes de la música de calle se estén ganando sus pesos con las creaciones que llevan a la radio y a las discotecas; pero de ahí a que se considere merengue lo que ellos cantan, hay una gran diferencia. ¿O acaso no se han dado cuenta de que una fiesta sin merengue, no queda bien? ¡Entendieron! ¡Oíte! ¿Que si oíte? Como dice uno de nuestros magníficos merengueros dominicanos. El merengue no desaparecerá nunca.