Miedo al fantasma
El Congreso Dominicano es apático a los temas de salud de mujer. El pasado jueves 11 de febrero, se sometió a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que establece el día 26 de septiembre de cada año, como día de la Prevención de Embarazo en Adolescentes, como ocurre a nivel mundial. Ante este acto, las y los diputados de los partidos más conservadores, del Partido Reformista, de la Fuerza Nacional Progresista e incluso del Partido Revolucionario Dominicano se abstuvieron de votar, rompiendo el quórum, para que dicho proyecto de ley no pueda ser conocido. Tienen asuntos más importantes que tratar.
¿Será que no conocen nuestros representantes las repercusiones del embarazo a temprana edad? Para aquilatar la importancia de Los Objetivos del Milenio, su oficina está ubicada en el Palacio Nacional. Uno de sus indicadores es reducir la tasa de natalidad entre las adolescentes. Estos compromisos están invernando. El Código del menor, ampara la prevención en salud sexual y reproductiva. Los hacedores de leyes están paranoicos.
El embarazo en niñas es una secuela de la pobreza. En esta isla, las estadísticas de embarazos a temprana edad son alarmantes. La Encuesta Demográfica en Salud (Endesa) refleja que el 26% de las adolescentes de la zona rural ha estado alguna vez embarazada, frente al 18.3% de las que viven en la zona urbana, destellos de miseria. En el hospital Antonio Musa de San Pedro de Macorís la atención de niñas embarazadas de 13, 14 y 15 años representan el 20% del total de embarazos que se atienden en el hospital, según el director del centro Guillermo Hernández. En la región Sur, en el hospital Jaime Mota de Barahona, El 40 por ciento de los partos registrados corresponde a niñas entre 13 y 17 años, afirma el director del centro, doctor Gilberto Ariel Suero. Las cifras hablan por si solas.
Para rematar, la principal causa de deserción escolar femenina es el embarazo y las consecuencias del mismo, las obligaciones laborales para la manutención de la familia, según el estudio presentado por el Ministerio de Educación Superior y el Instituto Tecnológico INTEC, profundizando la pobreza..
Una de cada tres mujeres que muere a causa de embarazo es niña. Las menores embarazadas son pobres, las afortunadas pueden evitarlo o interrumpirlo. Los legisladores mal llamados defensores de la vida prefieren mantenerse lejos de los temas de salud de mujeres, sobre todo si es cuestión de pobreza. El fantasma anda rondando.
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