Por causa de la tormenta Fiona no será mañana, sino el miércoles, cuando se iniciará la docencia en los planteles públicos.

De todas formas con los tantos problemas que se han denunciado la apertura plantea múltiples interrogantes. Los obstáculos no son para provocar incertidumbre, sino para buscarles soluciones apropiadas.

Es inaceptable que se acuse a pasadas autoridades de problemas que no han podido resolverse, como también es criticable que los problemas sirvan de pretexto para generar discordia en el sector educativo.

El déficit de aulas, los planteles sin terminar, los estudiantes que no han podido inscribirse y otros problemas demandan de la más amplia colaboración de todos los sectores que inciden en el sistema de enseñanza.

La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) debe integrarse, como acordó, en la búsqueda de respuestas a muchos problemas que datan desde hace tiempo en lugar de crear malestar.

Como rector del sistema de enseñanza, el Ministerio de Educación sabe que tiene que desplegar todos los esfuerzos para evitar confrontaciones que perjudiquen el desarrollo de la docencia.

Hasta los propios padres o tutores deben poner su granito de arena para que la docencia, que comienza mañana, transcurra sin mayores inconvenientes. Pero, eso sí, las autoridades de Educación saben que tienen la obligación de resolver, en la medida de las posibilidades, cada uno de los problemas con que se inicia la docencia.