Opinión

¡Habemus lex!

¡Habemus lex!

En mi columna de la semana pasada, expliqué los pasos dados por el PRM para lograr la ley de partidos. Hoy, podemos exclamar ¡Habemus Lex! Después de quince años, rodando por pasillos del Congreso Nacional, y luego de cuatro procesos electorales, por fin, tendremos ley de partidos. Por supuesto, la próxima tarea es aprobar la ley electoral, que es la otra palanca, que asegurará que tengamos elecciones libres y transparentes en 2020.

Para lograr la ley de partidos, sin dudas, que el PRM fue determinante, y tuvo con sus legisladores un rol estelar, sin inmiscuirse en las diferencias del PLD. Siempre lo dijimos, los problemas del PLD son del PLD, y no de más nadie. Lo primero que resalta es la unidad monolítica del PRM en este momento crucial, cuando algunas figuras relevantes del oficialismo apostaron a eso. Quienes no pudieron exhibir su unidad fue el PLD, quien demuestra, una vez más, que sus días están contados en el Palacio Nacional.

La ley de partidos aprobada por los diputados no es la ideal, pero el país no podía ni puede darse el lujo de acudir a unas elecciones sin ley que norme ni fije algunos aspectos básicos que permitan procesos electorales justos y transparentes. Por ejemplo, desde abril de 2017, el PRM aprobó su línea a seguir: prohibir el transfuguismo, cuota de la juventud y de la mujer, primarias simultáneas con padrón cerrado y organizadas por la JCE, transparencia financiera de los partidos, tope al gasto en la precampaña, reducción de la propaganda con menos proselitismo en las calles, sin letreros y vallas publicitarias, y restricciones a las donaciones para no volver a tener casos como Odebrecht y sus aportes a campaña. Todos estos temas fueron debidamente abordados en el texto de ley aprobado ayer.

Claro, ahora tenemos que trabajar para la aprobación de la ley electoral y garantizar que la campaña electoral sea también con los controles necesarios al gobierno para que no intervenga en el proceso con propaganda, publicidad y uso de los recursos del Estado.

La conquista de la ley de partidos debe ser asegurada con la aprobación de la ley electoral. Para que la Junta Central Electoral pueda trabajar en el montaje de todos los procesos y programas electorales, con la seguridad que le acuerdan estas dos leyes.
Mi reconocimiento al PRM, a su dirección, al liderazgo y al magnífico bloque parlamentario que estuvo a la altura de las circunstancias. La lucha sigue.

El Nacional

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