BOSTON . De cara a la campaña del 2016, la transición de Hanley Ramírez del jardín izquierdo a la primera base representaba una de las principales interrogantes para los Medias Rojas de Boston.

El dominicano no solamente cumplió a carta cabal como inicialista esta temporada, sino también puso números ofensivos que lo hacen un fuerte candidato para ser reconocido como el Regreso del Año en la Liga Americana.

Con su jonrón solitario en la derrota de los Patirrojos por 2-1 ante los Azulejos el domingo, Ramírez finalizó la campaña regular con 30 cuadrangulares y 111 carreras producidas. Su promedio de bateo fue de .286. El veterano se encendió en la recta final, conectando 10 bambinazos en sus últimos 22 compromisos. Además, encabezó el Joven Circuito con 63 remolcadas en la segunda mitad de la campaña.

Se trata de un repunte notable para Ramírez, quien tuvo una temporada para el olvido en el 2015, su primera campaña con los Medias Rojas luego de firmar un contrato de cuatro años y US$88 millones con el club que incluye una opción para el 2019.

El quisqueyano, quien había fungido principalmente como torpedero en su carrera como ligamayorista, intentó trasladarse al bosque izquierdo el año pasado. El experimento produjo resultados pésimos.

El 4 de mayo de dicha temporada, Ramírez incluso se lesionó el hombro derecho al chocar con el muro del jardín izquierdo del Fenway Park y se vio entorpecido por dicha dolencia el resto del camino. Su producción con el madero se vio afectada, ya que terminó con promedio de .249 y apenas 53 remolcadas en 105 juegos.

El capataz de los Medias Rojas, John Farrell, elogia la labor Ramírez esta temporada, tanto con el guante como con el bate.
“Sería nuestro Regreso del Año, sin duda alguna”, dijo Farrell acerca del dominicano. “El cambio de posición le ha permitido sentirse más cómodo, el hecho de volver al cuadro interior. Regresó con un año de experiencia jugando aquí en Boston”, dijo el capataz.