Cuando se lee El Nacional, con su nuevo diseño y la facilidad de lectura que implica la disposición de sus contenidos, con la excelencia en la vívida impresión de sus fotografías, sus nuevos estilo de titulación y su nueva personalidad gráfica, la gente no tiene idea del camino que se ha recorrido, desde el punto de vista de la plataforma tecnológica, trayecto que se comenzó con las condiciones análogas, blanco y negro, artesanales y lentísimas de 1966 hasta justo este día 11 de septiembre de 2009.

Un camino largo

Tras la Revolución Constitucionalista de 1965, la Revista Ahora cumplía un papel fundamental en materia de libertades públicas, al punto de que sectores cavernarios y conservadores dinamitaron sus instalaciones.

La respuesta que se decidió a ese intento de silenciar una voz libertaria, fue crear otra, pero en lugar de salida semana, de edición diaria: El Nacional de ¡Ahora! como se llamó en principio.

Un diario demandaría una plataforma tecnológica de mayor capacidad, de más resistencia al uso y más adecuada al formato tabloide que se había planificado para dotar al país del primer vespertino de su historia.

Hemos conversado dos José Ramón y José Vinicio Grau, padre e hijo, quienes por esos designios incomprensibles o consecuentes de la vida, han sido los protagonistas de las plataformas tecnológicas de El Nacional desde sus inicios hasta el presente.

A continuación el relato cronológico de ambos sobre el trayecto edición, fotomecánica e impresión de La Voz de Todos.

José Ramón Grau

1966 El trabajo para imprimir en esa época era difícil, artesanal, lento, complicado, con plazos muy extendidos para lograr los pasos necesarios. En fotomecánica se trabajaban pegando los materiales negativos con pega , cortando con tijeras, usando cintas bloqueadoras, insertando las fotos en las ventanas marcadas por cartulina negra, insertando los anuncios manualmente, recortando y cuidando cada detalle, pero todo bajo la presión del tiempo dice José Ramón Grau.

Explica que en la fotomecánica se enmascarillaba, retocaba, sensibilizada la plancha y se hacia por contacto el paso de negativo a plancha, la cual se revelaba manualmente con químicos.

El primer equipo que trabajó en fotomecánica estuvo integrado por Víctor Nin (primo de la veterana María Nin) , un hijo de Víctor Chelín y luego entraron Jorge Pérez y su hermano Carlos. El primero sigue trabajando como encargado de CTP, antiguamente llamado Fotomecánica.

La primera rotativa fue una Peizer comprada en el mercado local, con cuatro unidades o cuerpos con capacidad para recibir planchas de 36 pulgadas como banda de ancho, que producía páginas de El Nacional de 18 pulgadas de alto por 11 de alto.

1970 La segunda rotativa, cuenta Grau, fue una Harris, B-22 1970 de cuatro unidades con la cual se publicó la primera foto a color, un retrato del profesor Juan Bosch, agregándole cuatro unidades más para completar ocho. Más adelante se le agregaron cuatro unidades más para completar 16 y poder imprimir a color con más rapidez.

José Vinicio Grau

1976 Siendo un adolescente, José Vinicio Grau entra al departamento de Separación de Colores como aprendiz de fotomecánica, junto con otro aprendiz que ingresó con él, era José Antonio Molina, hijo del Dr. Rafael Molina Morillo.

Comenzaron a trabajar en una ampliadora Berkey recién llegada al país, que hacia separaciones de colores del sistema tramado directo, que ahorraba tiempos en el proceso de hacer las separaciones de colores de todas las fotos a publicarse en El Nacional en esa época.

1982 . Llega al país el primer scanner de tambor para separación de colores, un Crossfield, para cuya operación José Vinicio viajó Editorial América en Miami, Era un nuevo proceso que aumentaba la calidad y reducía los tiempos de producción.

1990. Llega al país el primer scanner de tambor que generaba el punto electrónicamente, el Hell 350, para cuyo entrenamiento se envía a José Vinicio a la empresa Graphic Producctions en Miami Fl.

Posteriormente se trajo el scanner de un formato mayor Hell con el que se hizo un interface con la plataforma Apple Macintosh, y se consiguieron imágenes escaneadas al computador. Con el Hell 341 se ofrecían trabajos comerciales a las imprenta locales, las cuales tenían que enviar sus separaciones al extranjero antes de este servicio.

El proceso sigue cuando se sustituye en scanner de tambor por uno plano y de gran formato. Se agregaron programas como Freehand y PageMaker para la diagramación y realización de artes de publicidad. Para esa época los fotógrafos necesitaban dos cámaras, una para diapositivas y otra para blanco y negro, pero con la digitalización de images el proceso se limito a solamente una cámara que usaba negativos a color.

Cuando en 1991 llega director del Nuevo Día de Puerto Rico, el cubano Carlos Castañeda, éste habló de un programa muy bueno para diagramar periódicos que mandó a buscar a Puerto Rico, y que llegó en diez disquete (todavía no se almacenaban programas en memorias o discos compactos), se comenzó a trabajar con un programa llamado QuarkXpress.Ya en esa época se utilizaban archivos Postscrip para la impresión de los negativos a través de las filmadoras de películas Autologic, las más avanzadas filmadoras de películas de ese tiempo.

A pesar de todos estos avances en los procesos, aun se utilizaba película y el montaje manual de negativos en Fotomecánica, con el consecuente quemado a plancha.

Ye en el 2006 se instala el primer CTP (Computer to Plate) con lo que se elimina definitivamente los negativos, el montaje fotomecánico manual y se logra un punto electrónico de primera generación, cuenta José Vinicio.

Esta tecnología permite imprimir directamente del computador a la plancha final

Ya el periódico estaba evaluando las diferentes ofertas de sistemas editoriales y luego de Jacqueline Ventura y José Vinicio Grau, visitar y evaluar diferentes sistemas editoriales en Honduras y Puerto Rico, la empresa decidió adquirir el sistema editorial GN3.

Con la instalación en el 2007 de el GN3, los periodistas escriben las noticias sobre las paginas en proceso de diagramación, al tiempo que los editores tienen un control total de sus páginas, artículos, fotos, y saben a qué nivel de producción están cada una de las páginas de una determinada edición.

De esta misma manera se lleva un control de producción en cuanto a tiempos de entrega de la publicidad.

Con la instalación de la rotativa Man Roland Unicet 75 en 2008, El Nacional adquirió una de las rotativas más modernas de América Latina con capacidad de imprimir tintas cold y heatset.

Por otra parte El Nacional cuenta con una avanzada pagina de internet, (elnacional.com.do) que permite brindarle a sus lectores acceso rápido y cómodo a las últimas noticias desde cualquier parte del mundo. El site cuenta además con facilidades multimedia y de comunidad que permiten al usuario interactuar tanto con el periódico como con otros lectores.