Decenas de hombres residentes en Gualey, uno de los barrios de más altos índice de violencia y delincuencia del Distrito Nacional, realizaron ayer una inusual protesta pidiendo que se detenga el alegado maltrato y los abusos de sus parejas. La protesta se llevó a cabo en la calle Oscar Santana, antigua 31, a poca distancia del cuartel de la Policía, donde se congregaron decenas de personas de ese sector ubicado al Norte del Distrito Nacional, próximo al río Ozama.
Los manifestantes corearon consignas exigiendo ser escuchados por los representantes del ministerio cuando sus concubinas, esposas o novias los acusen de violencia de género.
Eric Gómez, Julián Balbuena, Ramón Quezada (Mon El Loco), y Eddy Tolentino, dijeron que un alto número de hombres han sido enviados a la cárcel en Gualey, acusados de golpear a sus parejas.
Se quejaron de que el fiscal barrial ordena apresar a cualquier hombre tan solo con que la mujer diga que fue golpeada por su pareja aunque la querellante no presente señalas de violencia, lo que calificaron como un abuso.
Se quejaron también de que el juez José Alejandro Vargas, del Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional, tampoco los escucha cuando son enviados al tribunal que preside.
Que nos escuchen y que no nos tranquen, repetían los hombres de Gualey durante la manifestación que provocó risas y comentarios despectivos de distintas personas que pasaban por el lugar.
Explicaron que algunas mujeres se pasan gran parte del día jugando barajas, pintintín, o tomando cerveza en los colmados y sus maridos, concubinos o novios no pueden llamarle la atención porque amenazan con acusarlos de violencia de género.
Queremos que eso se detenga ya, expresó Gómez, un chiripero que dijo residir en la calle Oscar Santana a esquina calle 23, próximo a la iglesia Santa Ana.
Cuando se presentan querella contra los hombres por violencia de género casi siempre los fiscales ordenan el apresamiento del acusado sin previa investigación.
EL DATO
Las querellas
Aunque las mujeres también incurren en violencia de género, la mayoría de los hombres no se quejan ante las autoridades por temor a burla de la sociedad