Tegucigalpa, (EFE).- El Gobierno de Honduras informó este miércoles de que pondrá en servicio un consulado móvil a partir de este jueves en el estado mexicano de Baja California Sur, ante el arribo de nacionales que intentan llegar en una caravana a Estados Unidos.
La primera dama de Honduras, Ana García, dijo que el consulado busca atender la “emergencia” migratoria y asegurar “el respeto” a los derechos humanos de los migrantes hondureños.
Además, velar por el respeto al “debido proceso de las solicitudes de refugio y asilo, entre otras acciones que nuestros compatriotas realicen ante los gobiernos de México y Estados Unidos”, añadió.
La esposa del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, indicó que la delegación también pretende atender las peticiones de retorno voluntario a Honduras, así como “continuar trabajando en generar las condiciones para la reinserción social”.
Asimismo, colaborar con las autoridades de México y organismos internacionales en “la previsión de ayuda humanitaria, asistencia jurídica y médica para todos los hondureños durante el tiempo de espera en la frontera con los Estados Unidos”, subrayó.
El consulado móvil también prestará los servicios de documentación, acreditación de nacionalidad para los hondureños sin documentos y que requieran los mismos para realizar diferentes gestiones, agregó.
La primera dama hondureña habló este miércoles ante la prensa acompañada de la canciller, María Dolores Agüero, la vicecanciller de Asuntos Migratorios, Nelly Jerez, y la directora del Instituto Nacional de Migración, Carolina Menjivar.
Según cifras del Instituto Nacional de Migración, citadas por la primera dama, un total de 7.029 hondureños que desistieron de seguir en la caravana de migrantes con rumbo a EE.UU. han regresado a su país de manera voluntaria a través del plan “Retorno Seguro”.
La primera dama indicó que el Gobierno ha mantenido “una coordinación constante con los gobiernos de Guatemala, El Salvador y México, con el objetivo de velar por la protección de los derechos humanos y el interés Superior del Niño”.
Destacó que los recientes cambios en la política de asilo estadounidense establecen que “aquellas personas que buscan cruzar de manera irregular entre puertos de entrada, dejarán de ser elegibles para la figura de asilo y podrían enfrentar largos períodos de espera, que inclusive puede ser varios meses”.
La primera dama instó a los hondureños a que “no expongan su vida, la de sus hijos y la de sus familiares a los peligros que se enfrentan en la ruta migratoria”, y reiteró que los que quieran pueden “regresar al país haciendo uso de los medios de transporte que se brinda mediante el Plan de Retorno Seguro”.
El Gobierno hondureño reafirmó “su compromiso” de continuar trabajando de manera conjunta por “una Centroamérica próspera y segura” y “en reducir las causas estructurales de la migración irregular, promoviendo la reinserción de los migrantes retornados fortaleciendo diversos programas que permiten generar oportunidades económicas sostenibles”, añadió.
El principal contingente de la caravana de migrantes centroamericanos avanza en grupos por el noroeste de México, todavía a unos 2.000 kilómetros de Tijuana, donde ya se han congregado algunos centenares.
Tras un mes de travesía, el principal grupo de migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, partió de Guadalajara (Jalisco) este martes y hoy miles de ellos se encuentran entre los estados de Nayarit y Sinaloa, en el Pacífico mexicano.