LA PAZ, 27 Mar 2014 AFP. – La Iglesia católica boliviana se declaró este jueves «perpleja» por los casos de corrupción y extorsión revelados recientemente en el país y lamentó que las esperanzas del pueblo en el gobierno de Evo Morales «se vayan desmoronando poco a poco». «No podemos callar ante los casos de corrupción y extorsión que nos dejan perplejos y que se van destapando de forma progresiva», proclamó el presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Óscar Aparicio. La autoridad eclesiástica agregó que «es una verdadera pena que las esperanzas que tenía el pueblo boliviano, en una forma diferente de gobernar con honestidad, se vayan desmoronando poco a poco».
El mensaje episcopal, en la apertura de un encuentro de obispos en Cochabamba (centro del país), coincide con un caso de aparente tráfico de influencias que salpica al vicepresidente, Alvaro García. Según la denuncia de la oposición, una cuñada de García se adjudicó un servicio de catering en la línea estatal de aviación BoA, donde su concuñada tiene un cargo ejecutivo.
García se vio obligado a pedir la anulación del contrato argumentando: «Es un familiar mío en segundo grado que no acompaña (…) mi discurso ético de que ningún familiar cercano al presidente o al vicepresidente debe tener algún tipo de contrato, acuerdo o trabajo con el Estado». La imagen del gobierno se vio afectada además por las denuncias de un fiscal que atendía un sonado caso de supuestos mercenarios muertos en 2009 que buscó refugio político en Brasil a principios de mes. El fiscal Marcelo Soza dijo en una carta, cuya autenticidad se investiga, que recibió presiones de funcionarios de gobierno para perjudicar a los opositores, involucrándolos en el caso cuya investigación no avanza desde 2009.
También surgió un episodio con un jefe policial, condenado a la cárcel en Estados Unidos, que dijo que extorsionaba a sus víctimas con respaldo de autoridades gubernamentales las cuales no identificó. «Como sociedad, medios de comunicación, autoridades, organismos de justicia y la misma Iglesia, no podemos quedar tranquilos ante una situación social de desconfianza y corrupción», subrayó monseñor Aparicio. Bolivia es un Estado laico desde la promulgación de la nueva Constitución, en 2009, aunque el presidente Evo Morales, que tiene relaciones tensas con los obispos, reconoció su admiración por el papa Francisco, a quien visitó en septiembre en El Vaticano y lo invitó a viajar a Bolivia.
AFP