SANTIAGO. Como “justa indignación” catalogó el semanario Camino las protestas generadas por la muerte del afroamericano George Floyd, en Menneapolis, Estados Unidos, debido a que un policía blanco mantuvo por más de ocho minutos su rodilla izquierda en el cuello, a pesar de que en más de una ocasión dijo que no podía respirar.

La posición del vocero escrito del Arzobispado de aquí aparecerá en el editorial del domingo, titulado “Indignación mundial”, en el que resalta que Floyd murió asfixiado “a causa del maltrato criminal de que fue objeto”.

Destaca que las imágenes de este hecho, que define como “inhumano y cruel”, han dado la vuelta al mundo provocando en todas partes una justa indignación.

El editorial se hace eco de lo dicho el papa Francisco, en el sentido de que el racismo es un pecado “que no podemos tolerar ni hacer vista gorda ante el racismo y la exclusión de ninguna forma”.

“No puedo respirar, la expresión de Floyd que resuena en nuestra conciencia, también es el grito desesperado de tantos seres humanos de aquí y de allá que viven asfixiados por las precarias condiciones sociales en que ven transcurrir sus días llenos de precariedades esenciales”, agrega.

Camino dice que esa forma de exclusión social debe terminar y que no se puede continuar mirando desde las gradas de la indiferencia estos signos de muerte.
“Llegó la hora de cerrarle las puertas a toda clase de manifestación racista. La humanidad debe dejar atrás esa actitud que nos envilece”, indica.