GOODYEAR, Arizona,(AP).-Víctor Martínez es de los Indios de Cleveland el receptor titular, el eventual primera base, el mejor bateador de imparables, el jugador con suerte más feliz y mucho más.
«Es el corazón y el alma del equipo», señaló el relevista Jensen Lewis.
Y en la temporada anterior, los Indios estuvieron perdidos sin el pelotero venezolano.
Luego de jugar casi completos los dos primeros meses con un dolor incesante, Martínez fue operado del codo derecho en junio y terminó apareciendo en solamente 73 partidos, su menor número desde la campaña como novato en el 2003. Para el dos veces participante del Juego de Estrellas, el tiempo lejos de los parques de juego y de sus compañeros perjudica más que cualquier cirugía imaginable.
«Fue de veras difícil», describió el venezolano luego de la práctica del viernes. «Fue muy duro. Ni siquiera veía los juegos por televisión. Era muy difícil ver a mis compañeros en la caseta, verlos esforzándose todos los días, quería estar allí. Era algo que me habían arrebatado».
Martínez está totalmente recuperado. Y los Indios ven mejores sus posibilidades en el 2009 con el venezolano detrás del plato y en el orden al bate.
La ausencia prolongada de Martínez _del 11 de junio al 29 de agosto_ coincidió con la pérdida del bateador designado Travis Hafner por varios meses debido a un hombro lesionado, y ambos hechos contribuyeron al retroceso de los Indios en la temporada anterior. Cleveland, que en el 2007 estuvo a un triunfo de llegar a la Serie Mundial, cayó al tercer sitio de la División Central de la Liga Americana y terminó con registro de 81-81.