Por TATAN SYUFLANA
Associated Press
PANGKALAN BUN, Indonesia (AP) — El gobierno indonesio anunció castigos el lunes contra quienes permitieron que el vuelo 8501 de AirAsia despegara sin los permisos adecuados, antes de que se estrellara el 28 de diciembre, matando a los 162 pasajeros y tripulantes a bordo: suspendió a la empresa operadora del aeropuerto y los funcionarios de la torre de control.
Djoko Murjatmodjo, director en funciones de transporte aéreo para el Ministerio de Transporte anunció también que las licencias y los horarios de todas las aerolíneas que vuelan en el país serán revisados para comprobar que se respetan las leyes. “Quién sabe si otras aerolíneas están haciendo lo mismo”, dijo.
Las nuevas medidas fueron anunciadas mientras los rescatistas siguen enfrentando mal tiempo en el mar de Java, lo que ha obstaculizado las labores para recuperar los cuerpos y los restos del Airbus A320. El avión viajaba el domingo de hace una semana entre Surabaya, la segunda ciudad de Indonesia, y Singapur. Las autoridades han explicado que los permisos para la popular ruta eran solo para los lunes, martes, jueves y sábados y que AirAsia cambió discretamente tres de esos tres días.
Funcionarios en Singapur, sin embargo, dijeron que el avión tenía permiso para aterrizar en su territorio los domingos. Mientras la aerolínea está bajo investigación, Indonesia anunció el sábado que había prohibido todas sus rutas entre Surabaya y Singapur. El director presidente de AirAsia Indonesia, Sunu Widyatmoko, dijo a través de un mensaje de texto el lunes que la empresa colaborará con el gobierno durante la evaluación, pero no quiso comentar las acusaciones sobre los permisos hasta que finalice el proceso. Murjatmodjo dijo que individuos clave para dejar que el avión volase sin los permisos necesarios serían suspendidos mientras se realizan las pesquisas.
El ministerio emitió también una directiva el 31 de diciembre ordenando a todas las aerolíneas que proporcionen a sus pilotos informes actualizados sobre las condiciones climáticas antes del despegue.
En la actualidad, depende del capitán y el copiloto averiguar y evaluar las condiciones de vuelo antes de emprender viaje. En otros países, el departamento de operaciones de vuelo de la empresa lo hace por ellos. Murjatmodjo tiene previsto también reunirse el lunes con la Comisión de Erradicación de la Corrupción para discutir la posibilidad de iniciar una investigación sobre las operaciones de la aerolínea. Los negocios en el país suelen llevarse a cabo empleando sobornos, con pagos que son vistos a menudo como la forma más eficiente para conseguir las cosas.
Tras la liberalización de su espacio aéreo en la década de 1990, decenas de aerolíneas aparecieron en Indonesia haciendo que este tipo de viajes estuviesen por primera vez al alcance de la mayoría en el cuarto país más poblado del mundo, pero una serie de accidentes en los últimos años ha planteado dudas urgentes sobre la seguridad de un sector en pleno auge en el país, con los expertos apuntando al poco mantenimiento, la flexibilidad de las normas y la escasez de pilotos profesionales capacitados como parte del problema.
AirAsia, que comenzó a operar en 2001 y pronto se convirtió en una de las compañías de bajo coste más populares de la región, no ha sufrido ningún otro accidente y es considerada una referencia en cuanto a seguridad y profesionalidad. Sigue sin estar claro qué provocó que el vuelo 8501 se precipitase al mar de Java 42 minutos después de despegar para lo que se suponía iba a ser un trayecto de dos horas.
Minutos antes de perder el contacto, el piloto dijo a los controladores aéreos que se aproximaba a nubes amenazadoras, pero no recibió permiso para ganar altura debido al intenso tráfico aéreo. Aunque sigue sin saberse el motivo de la tragedia, el mal tiempo parece haber sido un factor, según un informe de la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia.
El accidente aéreo desencadenó una intensa operación de búsqueda y rescate internacional. Hasta el momento se han recuperado 37 cuerpos, incluyendo tres más el lunes y el sonar ha identificado en el lecho marino cinco grandes piezas que se cree pertenecen al avión. Los buzos han intentado obtener una visual de los objetos pero las fuertes corrientes, el limo y el lodo le impiden llegar a ellos.
Por ahora, el mal tiempo ha impedido detectar las señales que emiten las cajas negras del avión – los dispositivos que graban las voces de la cabina y los registran los datos de vuelo.
Antonius Tonny Budiono, del Ministerio de Transporte, dijo que estas labores se vieron obstaculizadas de nuevo el lunes por las enormes olas. Mientras los cuerpos siguen llegando, uno a uno, de vuelta a Surabaya, familiares de muchas de las víctimas han tenido dificultades para hacer frente a la lentitud del proceso y al temor de que sus seres queridos puedan no ser encontrados nunca.
El lunes, se les ofreció la oportunidad de visitar el lugar donde el avión se estrelló en el mar, para esparcir flores y decir adiós. “Facilitaré a las familias de las víctimas que quieran que puedan ver la zona directamente y cómo los rescatistas luchan contra las olas altas y el mal tiempo para buscar a sus seres queridos y el avión”, dijo el general Moeldoko, máximo mando militar de Indonesia. “Prepararemos dos aviones y un buque de guerra para que vayan allí y lanzan flores”.