La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) consideró imperativo que la comunidad internacional y las autoridades de la isla se pongan de acuerdo para ejecutar un plan de desarrollo a largo plazo que involucre a Haití y a República Dominicana.
Señaló que en el marco de la reconstrucción del vecino país, devastado por el terremoto del 12 de enero, las iniciativas tienen que ir más allá del asistencialismo cortoplacista o de la simple emergencia, para que Haití pueda alcanzar su autodeterminación económica.
La agrupación empresarial, presidida por Manuel Cabrera, advirtió que por más recursos que se inviertan y más ayuda internacional se canalice, el esfuerzo tendrá poco sentido si no se estructura un plan que involucre a las dos naciones en un plan estratégico que eleve la producción, potencie el comercio y cree empleos productivos en ambos lados.
La AEIH suscribió la posición del director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad, Andrés Van Der Horst Alvarez, en el sentido de buscar una solución a la crisis haitiana más allá del desastre, elaborando un plan de desarrollo productivo como complemento del Plan de Competitividad de República Dominicana.
Propuso fundar el Cluster Hispaniola con el objetivo de que, en forma conjunta, los dos países se inserten competitivamente en el mercado internacional, con un sistema de exportación que, al crear empleos productivos, fortalezca las economías de ambos lados.
Tras señalar que, en esta coyuntura, es necesario repensar la Estrategia Nacional de Desarrollo que promueve el Gobierno dominicano, la AEIH dijo que es responsabilidad del liderazgo social, político y económico de los dos países adoptar una ruta de cooperación permanente para el plan de desarrollo productivo.
Aclaró que la propuesta en nada tiene que afectar la soberanía de los dos países, ni apuesta al absurdo de la fusión, sino que persigue crear sostenibilidad económica a ambos lados de la frontera, una nueva era de progreso que evite la creciente migración y el tráfico ilegales y desarraigue la pobreza que pone en peligro la sostenibilidad ambiental.
Hay que pensar en la reconstrucción de Haití con una visión desarrollista, no asistencialista. Que el mundo desarrollado tome en serio a Haití y empuje una estrategia bilateral de desarrollo. Cualquier estrategia de desarrollo tiene que ser combinada, apuntó la AEIH.