Opinión

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“La perseverancia, la decisión firme de alcanzar una meta, de lograr un objetivo, de hacer realidad un sueño, siempre serán la mejor forma para alcanzar el éxito”.

Las fallas que tenemos en nuestro país son conocidas por todos.

Mis hijos me escribieron textualmente lo siguiente: “En nuestra sociedad sufrimos de corrupción, llamado por muchos desorden organizado, delincuencia, narcotráfico, atracos, prostitución, venta de alcohol a menores, drogadicción, contaminación ambiental, violación, alcoholismo, todo tipo de piratería, porte y exhibición de armas, imprudencia en el tránsito, problemas energéticos, falta de agua potable, de comunicación efectiva, irrespeto a las leyes y las autoridades, tráfico y venta de productos ilegales, niños en las calles, pobreza, falta de educación de hogar y ciudadana, violencia intrafamiliar, inseguridad ciudadana, irresponsabilidad de los medios de comunicación, de los políticos y de las instituciones públicas y privadas, etc.”

Ellos, que son niños, se percatan de todos estos males que están a la orden del día, son evidentemente públicos: no son ajenos a nadie.

Sumado a éstos, se debe señalar que organismos oficiales y otros expertos en asuntos de medio ambiente, afirman que el fenómeno del calentamiento global por los gases de efectos invernaderos, GEI, será para los días por venir un gran reto para nuestro país, ya que como isla somos más vulnerable. Es por ello que debemos prepararnos para prevenir o combatir dichos efectos en lo que pueda tocarnos: tormentas e inundaciones cada vez más desastrosas y frecuentes y en épocas irregulares, sequías, cambios de temperatura, erosión de los suelos, blanqueamientos de los bancos coralinos, playas y costas robadas por el mar, además de menguar los productos agrícolas.

Todo esto no solo nos afectará en lo ambiental, sino también en lo socioeconómico, con grandes pérdidas e inversiones que serán incalculables; basta mostrar lo sucedido con Noel y Olga, además de las recientes inundaciones.

Desde niño crecí mirando la vida en las actuaciones correctas, todo lo que era incorrecto o se salía de lo honesto, de lo justo, era malo. En el transcurrir de mi vida, he visto cómo van cambiando los valores en la sociedad, lo cual ha causado diferentes frustraciones en el pasar de los años.

Dichas frustraciones se han convertido en un reto y en una motivación para plantearme un sueño ideal, que aspiro se convierta en realidad, que es ver a la República Dominicana en la cúspide del desarrollo, “La esperanza de ver el  país que he soñado”.

Ese sueño no es solamente mío, ya que es un anhelo de toda la sociedad.

Cabe decir que todos estamos llenos de buenas intenciones, pero necesitamos más que eso, necesitamos acciones, trabajar, luchar, esforzarnos, primero a través de planes y proyectos que puedan ser sostenidos en el tiempo, llenos de liderazgo al más alto nivel, y un éxito que perdure, para así lograr un desarrollo integral.

¿Cómo es posible hacer realidad despertar la esperanza del pueblo?

Son innumerables las numerosas teorías y fórmulas propuestas por los diferentes estudiosos y expertos en el manejo de la economía y la organización social de los estados.

El Nacional

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