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Interior y Policía da asistencia a afectados por balas perdidas

Interior y Policía da asistencia a afectados por balas perdidas

El Ministerio de Interior y Policía otorga, a través de su programa de Prevención a Víctimas de Violencia, una cobertura de hasta 700 mil pesos a las personas afectadas por balas perdidas, con la finalidad de reinsertarlas a la sociedad con la menor secuela posible.

Carlos Amarante Baret, ministro de Interior y Policía, informó que en los últimos seis años han ido con programas sociales, como el de la prevención de víctimas de violencia, en apoyo de 29 personas, mayormente niños afectados por balas perdidas, algunas de las cuales fallecieron.

En el año 2011 fueron impactadas con balas perdidas seis personas, cinco en el 2012, seis en 2013, dos en 2014, tres en el 2015 y siete en lo que va del 2016, situación que preocupa al Ministerio de Interior y Policía, por lo que trabaja en todo el país en la instalación de mesas de seguridad ciudadana que ayuden a reducir los índices de delincuencias en el país.

Ilca García, directora del Programa de Prevención a Víctimas de Violencia del Ministerio de Interior, explicó que los recursos para cubrir este programa social provienen de todas las transacciones que se hacen con armas de fuego y que por cada transacción se pasa 500 pesos a una cuenta de Fideicomiso, destinada a los programas sociales.

El Fideicomiso es una póliza que  ampara al programa de protección a víctima de violencia, creado el primero de agosto del año 2005, mediante la cual se instruye a que todos los casos de balas perdidas sean amparados por el Ministerio de Interior y Policía, con la finalidad de la reinserción del herido de bala a la sociedad con el menor número de secuela posible.

También se usa el 10 por ciento de los fondos que tienen en la cuenta del Fideicomiso para campaña de no violencia como spots publicitarios, bajantes y brochures que se distribuyen, y se capacita a la gente sobre qué es un arma de fuego en mano de una persona y los daños que producen a los seres humanos su mal uso.

García explicó que en el caso de las balas perdidas, “devolvemos asistencia médica”. El único dinero que se le da en físico a una persona es en una primera fase en la que se le reembolsan los gastos incurridos al iniciar el proceso por la mejoría de su salud.

Luego debe ir al Ministerio, que le da la cobertura  en los centros de salud del Estado, y si allí no puede obtener lo que se requiere, entonces se envía a la Plaza de la Salud, en la que se autoriza al afectado recibir la asistencia médica y el Ministerio de Interior paga directamente a ese centro médico, pero la cobertura máxima del programa de balas perdidas no puede pasar de los 700 mil pesos.

Si el afectado por una bala perdida fallece, el Ministerio costea los gastos funerarios, explicó García. También Interior  ofrece asistencia sicológica a los padres de los niños que sufren estas secuelas.

Agregó que la misión del Ministerio de Interior es devolver salud y estabilidad cuando un proyectil de procedencia desconocida impacta a una familia y afecta sus niveles físicos, emocionales y económicos y por eso se le da el soporte que la gente pueda necesitar.

Refirió que regularmente no se llega a los 700 mil pesos porque la gente lo que necesita es una receta o una prótesis  pero citó que hay casos de niños que fueron afectados a los cinco años y hoy tienen 17 con prótesis, pero todavía necesitan operaciones o terapia para el habla y a todo eso se le da continuidad a lo largo de los años.

Citó que la semana pasada se dejó lista la prótesis de Adonis Paulino Pion, quien hace 12 años, al principio del programa, estaba en su casa en Villa Mella y recibió un impacto de bala y perdió uno de sus ojos, se le dio una prótesis pero  a lo largo de los años se le cambio y hace pocas semanas se le volvió a hacer el mismo procedimiento.

También está el caso de Joselito Hernández, que fue de los primeros expedientes que llegó al programa y ese niño, completamente invidente, ahora ganó una olimpiada especial.  Siempre recibió apoyo, pues primero quería ser artista, pero finalizó el área de deporte. También está el caso de Vielka Colón, otra niña herida de bala perdida, quien está en los Estados Unidos haciendo su vida normal, reinsertada a la sociedad.

En los últimos 12 años los casos de balas perdidas sobrepasan las 70 personas entre niños y envejecientes.  Personas que estaban acostadas en su casa y una bala perforó el zinc. En esos casos ha habido algunos muertos y se le han costeado los gastos funerales.

 

El Nacional

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