La desaparición desde hace una semana de un médico y profesor universitario ha provocado diversas conjeturas, al tratarse de un profesional joven y soltero que no tiene enemigos personales.

El doctor Elio Aquiles Peguero, de 35 años, quien trabaja en el Departamento de Oncología del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), imparte docencia en la Universidad Católica de Santo Domingo, y tiene una especialidad en Imágenes Medicas.

La denuncia la hizo la señora Cruz Divina Peguero, su madre, quien explicó que la última vez que vio a su hijo fue el sábado a las 2:30 de la tarde, cuando él la visitó en su casa de la carretera Mella, en Santo Domingo Este.

Explicó que desde el martes ha visitado hospitales, clínicas y destacamentos policiales tanto en Santo Domingo Este como en el Distrito Nacional, pero que en ningún sitio ha recibido información que pueda establecer el paradero de su hijo.

Dijo que notaron la ausencia de su pariente cuando el martes llamaron desde Cedimat para decir que no se había reportado a trabajar, pero que aún así no hubo preocupación mayor por tratarse de un fin de semana largo.

Manifestó que informaron de la situación a la Policía y que allí les dijeron que debían esperar 48 horas para considerarlo desaparecido, pero que una semana después todavía las autoridades no tienen informaciones precisas acerca del caso.

El teléfono celular del médico estaba en el apartamento donde vive en la calle Ortega y Gasset, próximo a la Plaza de la Salud, lugar donde trabaja.

La madre del desaparecido manifestó que cuando el doctor Peguero salió de su casa vestía pantalón jean y suéter a rayas blancas y negras.

El médico forma parte de una familia de seis hermanos, y de acuerdo a la versión de una pariente tenía varios años separado de su mujer, con la que no llegó a procrear hijos.

Para cualquier información sobre el paradero del doctor Peguero pueden comunicarse a los teléfonos (809) 414-6641, (809) 591-3436, (809) 236-8998 y (809) 236-9849.

La familia reveló que ofreció a los investigadores informaciones sobre los números de teléfonos que había en el celular, así como de los amigos y relacionados con él.

Explicaron que su pariente no acostumbra a salir de la casa sin conocimiento de la familia, ya que hay una muy buena comunicación entre ellos.

Descartaron que haya salido del país o que tenga algún tipo de problema, tanto emocional como económico.

Se quejaron de la lentitud con que dicen la Policía ha manejado el caso, y pidieron al jefe de la institución, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, ordenar la agilización de las investigaciones.

Manifestaron no tener idea de lo que pudo haber pasado con su pariente, porque no tenía enemigos y era muy querido por las personas de su área de trabajo, así como en el sector donde vive.

Manifestaron esperanza en que nada malo le haya pasado y que será localizado sano y salvo.