El púlpito de la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, de Higüey, fue destruido esta mañana por un supuesto miembro de la secta Testigos de Jehová, que dijo actuaba acatando órdenes de su Dios.
Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación