SANTIAGO. El vertedero de Rafey, donde la Alcaldía deposita los desechos sólidos que se recolectan diariamente, ya resulta insuficiente para recibir a diario cientos de toneladas que son llevadas en compactadores como en pequeños camiones rentados a particulares.
Poco espacio disponible existe en ese lugar, al extremo de que los desperdicios comenzaron a ser depositados a escasos metros de la carretera que conduce al desbordado perímetro.
La cantidad de basura que se deposita allí torna difícil que los camiones recolectores ingresen a la zona por lo que, de continuar la situación, en poco tiempo se tornará en un problema irreversible.
Hasta los alrededores de una edificación levantada hace varios años por el cabildo, para celebrar reuniones con los buzos y residentes en las periferias, ya forman parte del vertedero.
Aparenta que las autoridades edilicias han abandonado a su suerte la operatividad de la basura en el gigantesco basurero, a juzgar por la actitud de los choferes que llevan los camiones repletos de desperdicios, quienes depositan sus cargas donde ellos deciden, sin que nadie los controle.
El desorden que reina se ha convertido en caldo de cultivo para más de dos mil personas que conviven con la basura en sus roles de buzos, quienes caen como aves de rapiña sobre cada camión que llega, a fin de lograr adueñarse de los objetos de mayor valor en la basura.
Algunos minutos gastan ellos en esa parte frenética de su trabajo, para luego dar paso a búsquedas más lentas y concienzudas. Regularmente hallan cosas de cierto valor económico.
En la labor de recolección y traslado hacia el vertedero de los desechos sólidos la Alcaldía utiliza decenas de camiones no fabricados para esos menesteres y que sus áreas de cargas siempre son sobreabultadas.
Y peor aún, la basura colocada en esos pequeños camiones casi nunca cuentan con la protección necesaria que impida se desprendan, cayendo en las calles y avenidas por donde de manera rauda se desplazan con destino al vertedero.
Todo hace suponer que el municipio no cuenta con los camiones suficientes para dar un servicio óptimo en lo que tiene que ver con la recogida de basura, a juzgar por la dificultad que tiene la Alcaldía de lograr devolver a Santiago la limpieza en las vías públicas.
Residentes en sectores como el ensanche Libertad y Buenos Aires, han adoptado la modalidad de llevar desde sus casas a las reatas de las avenidas la basura que producen, estableciéndose que actúan de esa manera porque los camiones no penetran a esos lugares, pero que en cambio todos los días pasan por las vías donde han decido improvisar pequeños basureros.
En esas barriadas, como en otros lugares estratégicos de la ciudad, se colocaron cientos de contenedores.