Las enfermedades laborales están vinculadas al oficio y son adquiridas en el puesto de trabajo. La fibromialgia se consideraba un trastorno muy amplio, musculoesquelético, neuropsiquiátrico, y neurológico. Sabemos más de sus manifestaciones, que de la génesis.
Es una enfermedad multifactorial; se manifiesta con un dolor persistente y diseminado, y/o dolor a la presión en determinadas zonas del cuerpo. Otros síntomas frecuentes son la fatiga extrema, rigidez muscular, dificultad para dormir, rigidez matutina, dolor de cabeza, mareos, calambres o problemas de memoria que impiden el funcionamiento normal de las personas que lo sufren.
La fibromialgia es más frecuente en mujeres. Su edad de inicio se sitúa entre los 20 y los 50 años. Justo la edad de mayor carga para la mujer.
El diagnóstico sigue en investigación, ya que actualmente no existe ninguna prueba de laboratorio ni hallazgo radiológico específico para esta enfermedad, se hace por la historia de la paciente. Es necesario descartar otros trastornos debido a que muchos de los síntomas son comunes a otras enfermedades.
Las estadísticas revelan que entre 10 y 20 por ciento de las consultas de reumatología son por fibromialgia. Para su diagnóstico sólo es necesario tener una historia de dolor generalizado de más de tres meses y experimentar dolor a la presión en 11 de 18 puntos específicos.
Dentro de los factores desencadenantes de la fibromialgia han relacionado al estrés, la ansiedad, depresión, poca calidad del sueño, infecciones, cierta predisposición genética o a padecer una enfermedad reumática o neurológica previa. También puede aparecer sin ningún factor claramente identificable.
No existe cura para la fibromialgia, pero sí es posible aliviar el dolor y mejorar los problemas asociados. Se recomienda ciertos fármacos específicos para cada dolencia (como la cefalea), hacer ejercicio de baja intensidad y psicoterapia, para aprender a utilizar técnicas de manejo del dolor y relajación. Los analgésicos no están indicados, a pesar de que es costumbre de que sean la primera opción de la mujer.
Luego de dedicarme por más de dos décadas al cuidado de las mujeres, se me ocurre imaginar que en algunos casos desarrollar fibromialgia puede estar relacionado con la sobrecarga que llevan las mujeres. En la etapa reproductiva, en general, la mujer trabaja intensamente para insertarse a un mercado laboral competitivo, y la evidencia ha demostrado que para la mujer acceder a un puesto de trabajo calificado debe ser más calificada que el hombre y con mayor capacidad de sacrificio.
A menudo la mujer asume el cuidado y manutención de los hijos e hijas de forma exclusiva, no porque ella lo haya decidido así, sino porque muchos hombres al separarse de la mujer se desvinculan del papel de padre y no asumen su responsabilidad con el producto de la concepción, lo abortan.
La desigualdad de género enferma las mujeres, reduce su capacidad laboral y les resta calidad de vida. La discriminación contra la mujer es un tema de salud.
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Doctora Liliam Fondeur