Terminados los recursos ante la Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral, al país político se le presenta otro escenario, la elección de los bufetes directivos de la Cámara de Diputados y el Senado, así como de la secretaría de la Liga Municipal Dominicana.

Legisladores de los partidos Revolucionario Dominicano, de la Liberación Dominicana y Reformista Social Cristiano, buscan con afán posiciones de dirección en el primer poder del Estado (al menos en teoría).

Sin embargo, a la oposición, especialmente a los perredeístas, parece que los dejarán con el agua puesta, ya que la dirigencia del PLD ha dicho que no cederá ninguna de las dos cámaras; y ellos son mayoría.

Varios son los que comenzaron el cabildeo con sus colegas, pero es el Comité Político el que decidirá sobre el sustituto en el cargo del santiaguero Julio César Valentín, quien pasará al Senado.

Como pregonaba José Francisco Peña Gómez, el partido que obtiene mayor representación en un órgano debe dirigirlo.

Abogo porque el PLD se quede con la Cámara de Diputados y el Senado, pero el PRD debe tener la Liga Municipal Dominicana al obtener la mayoría de las alcaldías.

Sin embargo, entre los aspirantes a presidir la Cámara de Diputados resurge el nombre de un Serulle, al igual que otros como Abel Matos (de Santiago), Leonel Cabrera, Teodoro Ursinio y Miriam Fernández.

Elías Serulle podría garantizar armonía con los legisladores de la oposición, lo que evitaría que proyectos importantes terminen engavetados.

Vuelve a ponerse a prueba la disciplina de Serulle, quien hace 4 años era el favorito para alcanzar la presidencia de la Cámara, pero el Comité Político escogió a Valentín.

Con Serulle, el funcionamiento de la Cámara de Diputados sería diferente, pues se trata de un profesional que lleva doce años como legislador, lo que es garantía de experiencia acabada.

En término personal, no lo conozco, pero creo que por su lealtad en el pasado proceso electoral, merece algún tipo de consideración, confianza, promoción política, o sea de vocero a presidente de la Cámara.