La Organización de Naciones Unidas (ONU) consagra hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa, al resaltar un derecho inalienable y pilar de la sana convivencia humana.
En un mundo convertido en aldea global, los medios de comunicación cumplen el papel de interlocutores entre la sociedad y el Estado. Por esta razón son blancos frecuentes de intolerancia y represión emanada desde litorales oficiales o corporativos alérgicos a la pluralidad.
En términos generales, en República Dominicana se disfruta de un adecuado clima de libertad de prensa, aunque algunas acciones de intolerancia conjugan un mensaje desalentador al ejercicio de ese derecho.
Se menciona el caso del canal TV Cibao, de Santiago, cerrado por el órgano regulador de la telecomunicación, en una clara medida de retaliación gubernamental o por cuestiones que han debido ventilarse en los tribunales.
Es esa una mancha indicadora de que desde el Gobierno emanan perturbadores efluvios de intransigencia y sectarismo, cuyo persistente derrame debería ser detenido antes de que oxide las ruedas de la democracia.
Imposible hablar de plena libertad de prensa, expresión o difusión del pensamiento, cuando sectores privados impiden la circulación de obras literarias o de investigación, porque consideran que su contenido afecta a sus intereses corporativos o políticos.
¿Cómo hablar de pluralidad en una sociedad donde grupos de presión irrumpen en un local privado con el propósito de impedir por la fuerza la puesta en circulación de un libro?
Los dominicanos deberían aspirar a que el Estado garantice un desempeño total de la libertad de prensa, sin más techo que la ley.
Sabido es que la Libertad de Prensa, es una prerrogativa que ayuda a sustentar otras garantías inalienables como los derechos a la vida, al trabajo, a reunirse o transitar libremente y a no ser objeto de ningún tipo de discriminación.
Casos comprobados de censura o auto censura constituyen también signos ominosos que perturban el derecho ciudadano a ser informado adecuadamente, con la menor contaminación posible.
Esos signos de intolerancia deben ser expuestos y resaltados, hoy Día Mundial de la Libertad de Prensa.