Phnom Penh. EFE. El juicio contra el jefe del centro de torturas del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, alias Duch, quedó hoy visto para sentencia con la inesperada petición de absolución del acusado, para el que la Fiscalía solicitó 40 años de cárcel por contribuir a a la aniquilación de un tercio de la población de Camboya.
Solicito a tribunal que me ponga en libertad, dijo Duch en su última intervención en el tribunal internacional, y tras 77 sesiones de un juicio plagado de escalofriantes testimonios acerca de las atrocidades cometidas mientras dirigió la máquina de matar del régimen extremista que pulverizó el país en 44 meses. Con la misma actitud desafiante mostrada durante la segunda mitad del juicio, este antiguo profesor de matemáticas se declaró no culpable de todas las acusaciones, incluidas la de tortura, crímenes contra la Humanidad y asesinato premeditado, que cometió por orden de sus superiores en el Jemer Rojo.
Duch pidió ser absuelto después de que el fiscal, William Smith, y el juez, Nil Nonn, le solicitaron que aclarara el embrollo causado por sus dos abogados, al pedir uno la absolución y el otro que se tuvieran en consideración varios atenuantes.