Opinión

Lluvias y prevención

Lluvias y prevención

La tormenta tropical Beryl literalmente se desparramó en lluvia sobre gran parte del territorio nacional con la consiguiente secuela de inundaciones, calles, avenidas y autopistas anegadas, aunque también los aguaceros cayeron como bendición en zonas asoladas por dilatadas sequías.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha advertido sobre la continuidad de las precipitaciones, acompañadas de descargas eléctricas y ráfagas de viento, especialmente hacia las regiones este, noroeste, sureste, cordillera Central y zona fronteriza.

Familias asentadas en lugares cercanos a ríos, cañadas o sobre estribaciones deben obedecer las órdenes de evacuación que emanen del COE, la mejor manera de evitar la ocurrencia de muerte por ahogamiento o derrumbe.

Para las provincias de San Juan, Neiba, Independencia, Baoruco y Elías Piña, los aguaceros se reciben como agua bendita, porque antes de las precipitaciones la prolongada sequía causó la muerte por sed y hambre de muchas reses, así como pérdidas de cultivos.

Por suerte, lo que en principio se formó como un ciclón se degradó a tormenta tropical antes de arribar al espacio antillano, lo que evitó la ocurrencia de daños mayores en territorios de la Isla Hispaniola, Puerto Rico y Cuba, así como en las Antillas Menores.

Es menester advertir a la población que la temporada ciclónica apenas ha comenzado y que son elevadas las posibilidades de que se formen nuevos ciclones y tormentas en el Atlántico, por lo que se requiere que la población asuma la cultura de la prevención, responsabilidad y vehemencia.

Ante las intensas lluvias que afectan al territorio nacional, especialmente por el ligero cambio que presentó ayer el curso de la tormenta hacia el norte, con mayores precipitaciones sobre la cordillera Central, se requiere rápidos operativos de prevención y auxilio en la zona bajo influencia de presas y embalses.

Los aguaceros devuelven con creces los daños que causan porque sus aguas generan fertilidad de la tierra y abundancia de alimentos, pero es siempre imprescindible que la población asuma y obedezca todas y cada una de las instrucciones o exhortaciones que emanen de las autoridades. Es mejor prevenir que lamentar.

El Nacional

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