Opinión

Los lectores opinan
Un censo más consensuado

Los lectores opinan<BR>Un censo más consensuado

Señor director:
La ley núm. 5096, del 6 de marzo del año 1950, sobre estadísticas y censos, da facultad a la Oficina Nacional de Estadística (ONE) para que de manera oficial realice los censos nacionales relativos a población de habitantes, viviendas, agropecuario, edificaciones, industrias y comercios y otros que sean necesarios para el interés nacional.

En los actuales momentos la ONE está inmersa en los preparativos de un nuevo censo nacional de habitantes y viviendas, que responderá, en cierta medida, a los designios de la ronda de censos del 2010, pautada por Naciones Unidas, como es costumbre por acuerdos internacionales. Los conocimientos que tenemos sobre los preparativos de dicho censo exteriorizan que se transitan los mismos caminos que llevaron a cometer los errores del censo del 2002, con el cual se determinó una terrible omisión de 16%.

Apenas faltando dos años para la labor de empadronamientos del nuevo censo, la ONE no dispone de un plan censal moderno que responda al desarrollo de la tecnología informática y comunicacional. El censo moderno demanda de una reingeniería a su fisinomía metodológica, a los criterios y conceptos sobre la base de un consenso nacional. Pero, además, exige una mayor connotación científica en todas sus etapas, que rompa con el tradicional dogma de depender de los criterios y prejuicios personales de algunos técnicos y sectores interesados. Esto implica que desde ya (y el tiempo es corto) la ONE debe de poner en práctica una estrategia objetiva de difusión sobre los preparativos del magno evento; que sensibilice a la población nacional, de manera que se logre su participación activa en el censo y que con ello se pretenda alcanzar el desarrollo de una cultura censal.

Es penoso para los entendidos en esta materia saber que la ONE está elaborando la boleta o cuestionario censal, sin apenas haber formulado la metodología que sustentará al censo (esto es anteponer la carreta a los bueyes). Que dicho sea paso, se requiere de una metodología moderna, en función de la especificación de un censo de Jure o de facto y de la realidad actual.

Para evitar los garrafales errores del censo pasado, somos de opinión que el plan censal debe iniciarse con una sistematización de las experiencias entre los actores que programaron y ejecutaron el anterior VIII censos nacional del 2002. Que no solo involucre a los miembros de aquella Comisión Técnica, sino además, a participantes de la Comisión Censal Nacional, a miembros de las distintas comisiones provinciales y municipales. Sin excluir a técnicos de base, a responsables de la cartografía, a encargados de polígonos, encargados de áreas, a supervisores, a empadronadores, y recopilar, además, las opiniones de personas que fueron empadronadas o no en dicho censo.

También sugerimos que en el plan censal se incluya la involución de los temas ante tratados y la selección de nuevos temas nacionales que actualmente están incidentando la normalidad del país y su desarrollo. Para con ese proceder elegir temas socializados entre los diferentes sectores de la vida nacional (dirigentes comunitarios, sectores profesionales, ONGs, empresarios, dirigentes sindicales, representantes de las distintas religiones, asociaciones campesina, etc., etc.); y luego por medio de consenso seleccionar los temas que serán tomados para el censo. Temas como la delincuencia, el flagelo de las drogas, la participación religiosa, medios ambientales, la recreación, la protección ciudadana. No deben dejarse fuera del censo porque toquen el accionar de ciertos sectores, y mucho menos por el so pretexto de tecnócrata, de que son temas que se pueden investigar por encuestas. No señor, son macro temas de interés nacional que el instrumento censal nos puede conducir a determinar la magnitud de incidencia y relación con los clásicos temas censales: Demográficos, económicos y sociales. ¿A caso la delincuencia no eleva la mortalidad, la morbilidad, el índice penitenciario y otros? Análogamente, ¿Tiene incidencia el flagelo de las drogas en la economía?

 

El tiempo apremia para el levantamiento censal en el año 2010. La población desconoce que se está en los preparativos de un nuevo censo. Ya es hora de poner en marcha la maquinaria comunicacional.

Si se sistematiza la experiencia del último censo, si se socializan el plan censal y los temas y las preguntas que se incluirán en la boleta censal, si se democratiza el censo dándole participación al mayor número de sectores de la sociedad , (el censo es un instrumento global y como tal debe incluir absolutamente a todos los sectores sociales) si los resultados son socializados y presentados a tiempo, estaremos hablando de un censo moderno con connotaciones científicas, estaremos hablando de un censo consensuado.

Atentamente,

Lic. Sergio Catalina Martínez, estadístico profesional, consultor y asesor metodológico

El Nacional

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