¿Qué no hizo el gobierno para retener el poder político en el 2012? Como todo le salió bien, procede preguntar: ¿Qué no haría para quedarse de nuevo en el 2016? Su trabajo a largo plazo ya empezó, en su afán de que el PLD sea partido único e impedir que Hipólito Mejía encabece la boleta del PRD.
Lo de partido único es muy difícil, porque todos los que nos oponemos al gobierno y al PLD nos aglutinaríamos en cualquier otra sigla, aunque no deja de ser una improvisación cualquier alternativa diferente al partido blanco, entidad política de arraigo popular histórico.
Pero en su pretensión de adueñarse del PRD, el gobierno y Leonel Fernández llevan las de ganar, por el uso que hacen de los recursos del Estado más el control del Tribunal Superior Electoral y el Tribunal Constitucional. Dominan todas las cortes. Los poderes públicos fueron diseñados para que nada le falle a la corporación.
Pensar desalojar del poder al PLD, con el control absoluto de los resortes del Estado, es un sueño. Sueña Hipólito y todos aquellos dirigentes del PRD que piensan que su obstáculo es Miguel Vargas, quien es solo un instrumento del gobierno y de Leonel.
También podrían estar soñando algunas fuerzas alternativas, con posibilidades de constituirse en opción de poder, si su estrategia se basa simplemente en lo electoral. ¿Se puede hablar de democracia ante este panorama político?
Si no se soluciona el tollo institucional que dejó Leonel, que nadie hable de elecciones. Y ese problema solo se supera con la lucha del pueblo, lucha pacífica, para llevar a verdaderos jueces a los órganos electorales y con una nueva ley que regule la propaganda y prohíba el uso de fondos estatales en la campaña.