Luis Rojas alcanzó el último nivel en su carrera beisbolera, una en la que en ocasiones ha soportado los martillos de la crítica y en la que sus ojos leyeron cartelones pidiendo su destitución en el conjunto que su padre y sus tíos lograron grandes proezas.

Rojas no hizo caso a las críticas, mantuvo su empeño y la frente en alto para conducir a los Leones del Escogido al título en la edición 2015-16, su primera en el exigente circuito otoño-invernal.

El hijo de la más grande figura del béisbol de la República Dominicana, Felipe Rojas Alou, pudo igualar la hazaña de su padre que en el 1980-81 llevó a los melenudos al punto más alto de la pelota local.

El único dirigente de la Liga Dominicana que ha comenzado y terminado las tres últimas campañas, Rojas está en su cuarto año con la tropa escarlata a la que en pocos días llevaría a la clasificación por cuarta estación consecutiva.

Rojas, de 37 años, hace poco se unió a un reducido coro de dirigentes que han conquistado en exceso de 100 victorias en la Liga Dominicana y si sus nuevas obligaciones no lo detienen tendremos un piloto que continuará escribiendo páginas brillantes en este pasatiempo.

Ayer, Rojas fue anunciado como parte del equipo grande de los Mets de Nueva York como coach de control de calidad, una función nueva en el equipo, después de servir como dirigente de los Rumble Ponies de Binghmaton durante dos temporadas en Doble A. Está con la organización desde el 2011.

La función de Rojas será servir como enlace entre la oficina central de los Mets y el cuerpo de coaches ahora que Brodie Van Wagenen es el nuevo gerente general y aspira a elevar los esfuerzos por mejorar la analítica y la estrategia.

Los Mets también anunciaron a Chili Davis como su coach de bateo y Chuck Hernández será el coach de bullpen.