El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) conminó hoy a las empresas distribuidoras de electricidad a mejorar la gestión de los circuitos para que no se degraden y sigan recibiendo la mayor cantidad posible de horas de energía.
Tras reiterar que no hay planes de desmontar los circuitos 24 horas, el licenciado Celso Marranzini sostuvo que el cambio de categoría de algunos de éstos tiene que ver en parte con la ineficiencia de las empresas distribuidoras de electricidad, aunque reconoció también el impacto del fraude eléctrico.
La presión nuestra es para convertir a todos los circuitos en A, porque nosotros entendemos eso. Cada vez que alguien me dice que paga su luz, pero arrastra las consecuencias de un circuito que no paga, me resulta doloroso, apuntó.
Marranzini quien ha dicho que las distribuidoras debieron reducir sus gastos operativos a 25% y sólo lo han bajado 7.9%- citó como una debilidad que algunas de esas empresas tienen un déficit de empleados dedicados a leer medidores, mientras mantienen una plantilla alta de supervisores.
Vamos a meter los supervisores a lectores. Por ejemplo, en el caso de Santiago tenemos 85 lectores y 55 supervisores, cuando bastaría con sólo 5 de estos, apuntó durante una comparecencia al Gobierno de la mañana, de la emisora Z-101.
El vicepresidente de la CDEEE también deploró que durante el día se mantengan encendidas lámparas del alumbrado público, generando un consumo innecesario, una situación que refleja la falta de gerencia. Pidió a la población que denuncie esos casos ante la institución, que próximamente abrirá un call center a fin de recibir quejas de los usuarios del servicio eléctrico y canalizarlas a las distribuidoras.
Nosotros tenemos que presionar para que las distribuidoras sean eficientes. El éxito no está en que la unidad corporativa sea eficiente. La CDEEE puede ser lo más eficiente del mundo, pero si las distribuidoras, que son el corazón del sistema, no lo son, realmente el éxito no existe, manifestó Marranzini.
A su juicio, no es factible negocio alguno que sólo recupere 65 centavos de cada peso que ponga en la calle, pues no es posible subsistir con pérdidas de un 35%. A las distribuidoras les falta pasión, llevar el libro diario como hacen los contables, dar seguimiento todos los días al cliente, a la facturación, al fraude, para que no se deterioren los circuitos, apuntó Marranzini.