SAN JUAN, Puerto Rico. Un dominicano de 55 años de edad figura entre las cuatro víctimas fatales de la quinta masacre del año que se registró durante el fin de semana en Aguas Buenas, en el sureste de la isla. La Policía identificó al dominicano como el obrero Manuel Hernández Manzueta, quien cerca de las 8:00 de la noche llegó frente al negocio «Pica Pollo BBQ» a cobrar un trabajo de pintura que había hecho a un cliente. La balacera que dejó otras seis personas heridas, dos de ellas de gravedad, incluyendo un jovencito, se registró cerca de las 8:45 de la noche del pasado sábado frente al establecimiento de venta de comidas y en donde se encontraban reunidas gran cantidad de personas.
Las otras tres personas muertas fueron identificadas como Elizabeth Marin Cotto, de 45 años, y su hija Griselda de Jesús Cotto, de 17 años, y Luis González Torres, de 32 años, (Danny Cabeza), de quien se dijo que era la tarjeta» de por lo menos tres pistoleros, que usando rifles de asalto y pistolas ametrallaron la parte frontal del negocio y huyeron del lugar en un automóvil.
Los investigadores de la Policía creen que la balacera fue producto de una venganza entre gente del bajo mundo porque a Danny Cabeza se le atribuía asesinar a tiros a un joven en el pueblo de Aguas Buenas, alegadamente compinche de los hombres que provocaron la matanza.
El propietario de la funeraria Aguas Buenas Memorial, Carlos Román, dijo sobre la muerte del dominicano que «ese señor estaba esperando que le fueran a pagar un trabajo que había hecho, para que tú veas cómo son las cosas. Estaba en el negocio porque la persona a la que le hizo el trabajo dijo que lo esperara allí. Es increíble, él era inocente».
Román dijo que se haría cargo del funeral del dominicano de quien se dijo que era residente legal pero que no tenía familiares en la isla.
El cuerpo de Hernández Manzueta permanece en el Instituto de Ciencias Forenses para los fines de autopsia de donde sería llevado a la funeraria para ser velado por un grupo de amigos.