El ritmo de la bachata dominicana demostró ayer ser tan contagioso que provocó que una monja, ni corta ni perezosa, interrumpiera el baile de una pareja de periodistas criollos para pedir le permitieran ensayar unos pasos.
La monja no sólo sorprendió a los periodistas Pedro Holguín y Wendy Santana, sino a todos los presentes en el restaurante El Conuco, frecuentado por decenas de turistas. El baile de la religiosa y el periodista provocó revuelo y en medio del regocijo y la incredulidad relampagueaban flashes de cámaras y celulares con Frank Reyes cantando Princesa.
Fue asunto como de mentira, Frank Reyes entonando dime si quiere ser mi reina, princesa y la religiosa y el periodista desplazándose en la pista con una gracia que era como para pellizcarse.
Los que más gozaban eran los del grupo de boricuas con quienes había llegado y compartía la hermana.
Bueno, no bailaron la bachata completa, sólo lo necesario para que Sor superara el desafío que le habían lanzado sus compañeros de mesa, cuando vieron bailando a los periodistas la bachata.
Le dijeron, Hermana a que no se atreve a bailar eso y, como decíamos, ni corta ni perezosa
Tenía su hábito completo y se paró dirigiéndose a Wendy Santana diciendo te lo voy a quitar y de inmediato comenzó a danzar con Holguín .
Ambos periodistas confesaron que pensaron en principio que se les iba a llamar la atención por la formalidad con que hizo el pedido, pero la duda quedó disipada cuando la monja tomó a Holguín por los brazos y comenzó a disfrutar el ritmo de la bachata.
La acción fue una sorpresa extraordinaria para nativos y extranjeros, sobre todo porque Sor bailaba bastante bien y nunca perdió el ritmo.
Todos los presentes quedaron con la grata sensación de haber visto algo tan raro como un eclipse de sol, un ovni o algo por estilo.
Dicho sea de paso los periodistas Holguín y Santana se encontraban en El Conuco celebrando el cumpleaños de la también periodista Cornelia Margarita, a quien sus compañeros de la labores en Comunicaciones del Ministerio de Industria y Comercio le ofrecían una fiesta sorpresa.
También se encontraban los periodistas Perfecto Martínez, Dania Goris y Aleida Placencia, entre otros.
El grupo de boricuas que acompañaba a la hermana dijo que había venido a Santo Domingo a un evento católico.
La religiosa se identificó como venezolana en misión en Puerto Rico. Pero no dijo su nombre, ni nadie se lo preguntó.