El Nacional
SANTANA, Baní.- Por lo menos once personas murieron y 14 resultaron heridas, al estrellarse esta mañana un minibús procedente de Galván, con una patana que se había volcado y quedó en medio de la carretera.
El choque ocurrió entre las 6:10 de la mañana y de acuerdo a la Policía, seis murieron en el acto y los demás cuando eran llevados a los hospitales Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, y Nuestra Señora de Regla, en Baní.
Los que resultaron muertos viajaban en el minibús Fuso, placa I044358, procedente de Galván. Baoruco.
El minibús se estrelló contra la patana Internacional, que remolcaba un contenedor, placa L248500, la cual se viró y quedó en medio de la carretera, en la llamada Curva de la Muerte, próximo al puente Lucas Díaz.
Se dijo que transportaba cacao en grano desde San Cristóbal hacia Baní, mientras el minibús se dirigía hacia la Capital.
En la morgue del hospital Nuestra Señora de Regla estaban a media mañana los cadáveres de Robinson Peña Sánchez, Santo Batista Arias, María Cándida Cuevas, Luis Jiménez Herasme, Giraldo Roa Reyes, Carmen Elia Díaz, el chofer del minibús Andrés Castillo Santana y Vicente Féliz Reyes.
En la morgue del hospital de Baní estaban los cadáveres de otros tres muertos, que se cree son Belkis Castillo, Diosito Jiménez y Germán Jiménez.
Los muertos y los heridos son nativos de las localidades El Salado y Las Tejas, de Galván.
Escenas desgarradoras de dolor se observaron en el hospital Nuestra Señora de Regla, entre familiares que iban a recoger los cadáveres de sus parientes.
El diputado Luis José González Sánchez, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y nativo de Neiba, estaba en el hospital ayudando a agilizar los trámites de entrega de los cadáveres.
De los heridos llevados a Baní no se pudo identificar a ninguno y de los trasladados al Juan Pablo Pina sólo se identificó a José Luis Rosa, de 31 años, quien confirmó que aunque el minibús salió de Los Ríos, la mayoría de los pasajeros son de Galván.
Afirmó que cuando se produjo el choque casi todos dormían, debido a que el viaje salió muy temprano.
Del conductor de la patana sólo se dijo que sufrió heridas leves.
El autobús se destruyó casi por completo y en su interior se observaron grandes manchas de sangre y masa encefálica esparcida.
Un enorme tapón se produjo en la carretera Sánchez, debido a la cantidad de personas residentes en la zona que se concentró en el lugar del accidente, y también porque la patana y el minibús ocupaban gran parte de la vía.
La Policía, la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) y voluntarios de la Defensa Civil, la Cruz Roja y los Bomberos hacían denodados esfuerzos por despejar la zona y facilitar el paso, pero la curiosidad de quienes transitaban por allí entorpecía el trabajo.
En esa misma carretera, el 16 de diciembre último se produjo un choque entre un camión y una yipeta, en el que murieron cinco personas.
El choque se produjo en el paraje Viyella, de Azua.