Pekín. EFE. La cifra de fallecidos por el alud de tierra y barro sufrido el pasado 8 de agosto en la localidad de Zhouqu (provincia noroccidental china de Gansu) asciende a 1.407, mientras que la de desaparecidos continúa en torno a los 400, según el último recuento dado hoy por el gobierno provincial.
También se informó de que 1.700 habitantes de la zona siniestrada no regresarán a ésta y se reubicarán en un nuevo asentamiento, también en la provincia de Gansu, destacó la agencia oficial Xinhua.
Muchos de ellos estaban viviendo en escuelas y dormitorios para estudiantes cercanos al lugar de la tragedia, pero deberán ser realojados en otra zona más al oeste, en la localidad de Shachuan, ya que pronto comenzará el curso escolar en China.
El país sufre este verano más inundaciones, corrimientos de tierra y otras catástrofes naturales que en anteriores temporadas de lluvias.