Tras una gran tragedia hay historias milagrosas que no llegan jamás por los cables de las agencias internacionales.
Esta es una de ellas: una médico dominicana casada con un profesional haitiano que vivió en el sector de Alma Rosa.
Curiosamente en República Dominicana trabajaba para un proyecto internacional de prevención y mitigación de desastres naturales, con sede en la Cruz Roja Dominicana.
La familia vivia en Haití en una casa de tres plantas apostada en una colina, cerca de la misión de UNICEF-Haití.
Era un sector acomodado. Las 5:12 de la tarde cuando se produjo el sismo. El marido, un hombre alto, resultó aplastado por el techo. La muerte fue instantánea. Ella está en la habitación principal y su hijo en su cuarto.
La médico dominicana quedó atrapada por una columna sobre su pierna izquierda, con tan buena suerte que un hamper conteniendo la ropa para ser lavada, le amortiguó el impacto. No hubo fractura pero quedo atrapada y rasguñada en todo su cuerpo. El niño resultó ileso, con excepción de un rasguño en el pecho y no fue atrapado por los escombros.
Salio en procura de ayuda para sus padres. Vió al papá muerto y mantuvo la calma buscando a su madre. La encontró atrapada. El chico buscó en su cuarto un celular con el que llamó a los parientes de su padre, logrando una comunicación telefónica que se puede calificar de milagrosa.
La médico dominicana fue rescatada al día siguiente. Su hijo estuvo allí con una entereza ejemplar. Tuvo el comportamiento de un héroe.Fue traída al país y atendida en la Plaza de la Salud.
Sus gastos fueron cubiertos por la secretaría de Estado de Salud Pública. Ahora proyecta, tan pronto se recupere, regresar a Haití para hacer una ceremonia funeraria a su esposo .
La otra mujer, norteamericana que también trabajaba para una organización católica internacional de asistencia (CRS), estaba en el principal supermercado de Puerto Príncipe con sus gemelos.
La estructura se vino abajo, pero ella sobrevivió con las dos criaturas.
Les cayeron encima unas linternas con sus pilas, que uso para alumbrarse.
Encontró comida de perros, con la que se alimentó hasta ser rescatada por niños de la calle. Estuvo atrapada diez horas.
¿Cosas de Dios?. Sin dudas Cosas de Dios.