Ayer, 10 de Octubre, se celebró el día mundial de la Salud Mental. Muchos son los que utilizan el término indistintamente, pero ¿Qué implica realmente ser y estar sano mentalmente?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tener salud mental no se trata exclusivamente de la ausencia de trastornos mentales sino que es ante todo un estado de bienestar , en el cual la persona:
-Es consciente de sus propias capacidades. Si estamos mentalmente sanos sabremos con cuales habilidades personales contamos y haremos uso de ellas de manera consciente.
-Tiene capacidad de afrontar las tensiones normales de la vida. Con sanidad mental no esperamos que todas las condiciones que nos rodeen serán siempre óptimas. Por tanto, cuando vienen los contratiempos es posible hacerles frente, dentro de nuestras capacidades, sin desmotivarnos sobremanera.
-Puede trabajar de manera productiva y fructífera. Uno de los efectos más notorios de un individuo con salud mental es su productividad a nivel laboral y personal. Esto no significará obligatoriamente un éxito inmediato asegurado, y la persona sana mentalmente, lo sabe. Sin embargo, continuará poniendo en práctica las habilidades que posee, ya sea en sus estudios o trabajo.
-Es capaz de hacer una contribución a la comunidad. La sanidad mental es sin duda alguna, garantía de que una persona podrá, desde su posición, contribuir en algo a la comunidad en que está ubicada.
En éste, como en cada año, la OMS se centró en la lucha a favor de que los ciudadanos sean atendidos, de ser necesario, si conviven con obstáculos como la depresión, ansiedad o trastornos emocionales- para lograr una adecuada salud mental.