Estoy de acuerdo con una huelga nacional, de ciudadanos y ciudadanas, para no pagar impuestos hasta tanto el gobierno no enfrente la corrupción y termine con los privilegios de funcionarios, familiares, amigos y relacionados. Gracias a nuestros impuestos, los funcionarios viven como príncipes. Todo les sobra, nada les falta.
Esos señores, señoritos y señoras de la administración pública, viven gratis a costa del pueblo. Todo les sale free. (Gratis): Combustible, supermercado, servicio doméstico, flotilla de vehículos de lujo de ocho cilindros con chofer y guardias incluidos, educación de los hijos en el país y en el extranjero con becas cubiertas por los pendejos
Y cuando salen de los cargos sus fortunas son incalculables. Todo gracias al pago de nuestros impuestos. Y como si fuera poco, crean reglamentos y leyes para obtener pensiones y jubilaciones millonarias. (Un robo descarado ante los ojos de los pendejos, que somos la mayoría).
Ellos viven como príncipes porque pagamos impuestos. Si no lo hiciéramos, estarían tan pobres como la mayoría de los ciudadanos. Los pobres hacen más ricos a los ricos con su miseria. Los pobres hacen más ricos a los políticos corruptos con su voto. (No sigamos votando por esos salamis de la política)
Si no pagamos impuestos y no votamos por ladrones, el país cambia.
En Estados Unidos, el que se roba un peso de los contribuyentes va preso, no importa como se llame ni la posición económica, política y social que ocupe. Igual pasa en los demás países de verdad. Pero en la República Dominicana no ocurre igual. Todo el que puede dejar de tributar, lo hace. (¡Con razón!).
Una buena parte de los empresarios se las ingenian para no pagar o pagar menos. La clase media y los pobres, no pueden porque no tienen poder. Los funcionarios se asocian con los oligarcas para estafar al pueblo dejando de tributar lo que ordena la ley.
Cuando llega la crisis, como ahora, el gobierno no reduce el gasto, no se restringe, no es austero, no reduce la evasión fiscal, no enfrenta la corrupción. Simplemente quiere cargar a la clase media y a los pobres con más impuestos cuando lo correcto es cobrarle a todos, sin distinción, y quitarles a los funcionarios lo que le han robado al pueblo.
Si el gobierno hace eso, pagamos. Si no lo hace, no paguemos. (¡Y que el diablo nos lleve a todos!)