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No tocar pensiones

No tocar pensiones

Orlando Gome

Una comisión bicameral del Poder Legislativo flotó la idea de usar los recursos en los fondos de pensiones para asistir económicamente a las personas afectadas por la crisis del coronavirus. No sólo es esta propuesta potencialmente más dañina que el mismo coronavirus para el futuro, sino que el Estado puede agotar muchas otras alternativas que lograrían lo mismo sin necesidad de agravar un problema que ya existe.

Estemos claros, nuestras pensiones ya están en crisis, al momento que los primeros cotizantes completen las 300 cotizaciones estos van a descubrir que mensualmente van a recibir una fracción insostenible del salario que percibían al momento de retirarse. Las causas de este problema son múltiples, pero la realidad fundamental es que el sistema no tiene, ni va a tener, fondos suficientes para atender las demandas de los futuros pensionados.
Forzar a las AFP a entregar dinero acumulado en las cuentas individuales para atender la actual situación reducirá significativamente los fondos acumulados, elevando el nivel de vulnerabilidad de las mismas personas que buscamos ayudar hoy para cuando estas lleguen a la edad de retiro.
No sólo esto agrava un problema que ya tenemos, sino que no es sostenible o suficiente para atender la actual situación. Partiendo de las cifras de la SIPEN, no sólo son el total de cotizantes activos menos de la mitad de los empleados en nuestra economía (o sea qué es una solución parcial), sino que reponer los salarios de esos cotizantes podría costar a los fondos de pensiones unos $50 mil millones de pesos mensuales, desplomar el valor de la deuda interna, e impactar dramáticamente en la liquidez de nuestros mercados financieros.
El Estado puede abocarse a conocer un presupuesto de emergencia que incluya el auxilio directo a más personas a través de Solidaridad y empleando el TSS para auxiliar de forma directa a personas que actualmente no se benefician de Solidaridad. Ese presupuesto de emergencia puede ser financiado con deuda interna a largo plazo, la cual puede ser adquirida por los mismos fondos de pensiones.
Esto implica extender el auxilio a una cantidad mayor de personas, financiado a largo plazo a un relativamente bajo costo usándose en parte los fondos de las pensiones de forma apropiada, y aportando al futuro de las personas que buscamos ayudar hoy que mañana nos convertiremos en los pensionados.

El Nacional

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