ALBANY, Nueva York, EE.UU. AP. Los servicios de emergencia tuvieron que luchar el sábado con remolinos de nieve, árboles caídos y cables del tendido eléctrico abatidos para restaurar la electricidad en millones de hogares y negocios del noreste de Estados Unidos, tras una tormenta de lento desplazamiento que castigó con copiosas nevadas, lluvia y vientos huracanados. El volumen de la nevada varió en toda la zona, pero casi todos los estados de la región tuvieron vientos huracanados que en algunos lugares casi redujeron a cero la visibilidad a causa de la tercera tormenta importante en un mes.
Más de un millón de clientes se quedaron sin electricidad debido a la tormenta y el sábado por la mañana casi 600.000 seguían sin ella desde Pensilvania a Maine. El tendido eléctrico de Nueva Hampshire fue el más afectado, con más de 250.000 clientes sin luz. Nueva York tenía más de 170.000 y Maine unos 75.000.
El viento más intenso fue de 146 kph (81 millas) en Portsmouth, Nueva Hamphire muy por encima de la intensidad de los huracanes de 119 kph (74 mph). Hubo ráfagas de hasta 97 kph (60 mph) o más desde las montañas de Virginia Occidental hasta Long Island, en Nueva York y Massachusetts.
El suministro de electricidad comenzó a restaurarse lentamente, pero las gestiones de las cuadrillas de reparaciones se vieron dificultadas por la multitud de árboles y postes eléctricos caídos. Un funcionario del Centro de Manejo de Emergencias del estado de Nueva Hampshire dijo a primeras horas del sábado que unos 300.000 clientes seguían sin electricidad.
En otros lugares las cuadrillas de emergencia se afanaban por restaurar el servicio a miles de hogares. Michael Wiewel fue uno de los miles de residentes de Kennebunkport, en Maine, que quedaron sin electricidad.
Oyó un gran ruido procedente del transformador al otro lado de la calle a primeras horas del viernes y luego se quedó sin luz. Poco después, un árbol de 16 metros de altura que crecía en su jardín trasero se abatió sobre el tejado, justo sobre la habitación en la que dormía con su esposa.
Pareció como si hubiese estallado una bomba. En Maine, la lluvia y el viento causaron mayores estragos que la nieve. En las zonas meridionales del estado recibieron 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvia y algunas calles playeras quedaron transformadas en ríos.