El tema de la crisis haitiana se ha ido diluyendo con el paso de los días, lo que se acentuó después del terremoto del pasado sábado en Chile, donde el número de muertos se aproxima a 800 personas, en contraste con las 300 mil víctimas del vecino país.

A pesar de la solidaridad internacional que alcanzó la tragedia haitiana, a casi dos meses del terremoto, todavía no se ha levantado la primera obra de infraestructura, y los niveles de ayuda disminuyen con el paso de los días.

También la cobertura de la prensa extranjera ha disminuido significativamente esta semana, como si la tragedia por la que están pasando millones de haitianos que pululan en la calles de Puerto Príncipe sin tener donde vivir ni comer perdiera interés noticioso.

Son apenas pequeños párrafos, en espacio poco destacado, lo que hacen referencia a esta tragedia, mientras los grandes titulares son reservados a la situación chilena.

Aunque el terremoto de Chile tuvo una magnitud mayor, 8,8 grados, que el que ocurrió en Haití, de 7.3, la realidad es que la calidad de la infraestructura chilena permitió que los daños fueran mínimos con relación a la empobrecida nación caribeña.

Países de manera independientes y organismos internacionales se colocaron a la vanguardia de los programas de ayuda para los haitianos.

Sin embargo, desde el sábado la prensa extranjera y muchos organismos internacionales quitaron de Haití su mirada para fijarla en Chile.

Aunque los daños económicos en Chile alcanzan los miles de millones de dólares, la realidad es que esa economía podria salir a flote con poca ayuda, ya que su infraestructura se mantuvo casi intacta.

El terremoto de Haití ha dejado esa nación sin escuelas, hospitales, oficinas gubernamentales y más de dos millones de personas viviendo en improvisadas carpas en las calles y parques públicos.

Basta revisar las noticias internacionales de los periódicos o sintonizar canales de televisión de las principales cadenas de noticias, para notar la ausencia de informaciones sobre la situación haitiana.

Resultó extraño que la ayuda a Chile comenzara a llegar 48 horas después del sismo, mientras la de Haití continúa a 51 días.

Solidaridad

Cuando se produjo el terremoto de Haití, la ayuda internacional y promesas de ayuda alcanzaron niveles nunca vistos, pero excepto alimentos y agua potable, es muy poco lo que se ha hecho en favor de la reconstrucción de esa nación que perdió toda su infraestructura, incluyendo el Palacio Presidencial.