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Oboe ocupará el rol de solista

Oboe ocupará  el  rol de solista

El oboe es un instrumento musical llevado a Europa desde Asia por los guerreros de las cruzadas que llegaron a tierras paganas en el siglo XI.

Cuando retornaron a sus países llevaban gran número de novedades de aquella civilización pagana, pero de indiscutible refinamiento.

Los fabricantes especializados del oboe le agregaron posteriormente algunas mejoras, que facilitaron tanto su ejecución que cuando se formó la orquesta en el siglo XVI entró en ella.
Usado en el oriente por pastores y soldados se difundió por el viejo continente, encontrando favorable acogida por su sonido encantadoramente misterioso.

Desde entones ocupa un lugar de privilegio, a tal grado que es el instrumento que suena el “la” para afinar la orquesta.

El próximo miércoles, en el Quinto Concierto de la Temporada 2018 de la Orquesta Sinfónica Nacional, su oboísta principal Dejan Kulenovic ocupará el rol de solista, interpretando el Concierto para Oboe y Pequeña Orquesta en Re mayor Opus144.

De nacionalidad serbia, el talentoso músico ha sido ganador de varias competencias en su patria y ha obtenido el galardón de mejor instrumentista del año.

El oboe se presta como ningún otro instrumento para evocar sentimientos de toda índole, y también para realizar rápidos ritmos de danza y canciones alegres.

Esa versatilidad hizo que su puesto en la orquesta se afirmara, convirtiéndolo en un instrumento al que se le confían con frecuencia solos importantes.

Los que hemos disfrutado de las interpretaciones de Kulenovic estamos seguros de que saldrá airoso de cualquier reto musical que asuma, aun a sabiendas de que el oboe es de difícil ejecución.

El camino melódico de la orquesta será trazado por el afamado maestro sinfónico puertorriqueño Jaime Morales Matos, director titular de la Orquesta Sinfónica Central de Ohio, y la Filarmónica de Cincinnati.

Reputado trombonista es un eficiente solista que se ha empeñado en divulgar el repertorio del instrumento, actuando en numerosas naciones de manera exitosa secundado por orquestas de prestigio mundial.

El inicio del programa de este espectáculo musical lo ocupará la obertura de la ópera El cazador furtivo del compositor alemán Carl María Von Weber.

La producción de este autor abarca todos los géneros de su época, y esta composición es considerada su obra maestra, constituyendo un definitivo impulso para la ópera romántica alemana.

Hay que destacar que a pesar de que en los escenarios de Europa estaba establecida la supremacía del teatro lírico italiano, El cazador furtivo desde su estreno concitó el favor de los músicos y públicos más exigentes.

Se debió a que la obra mostró un estilo original, con argumento surgido del seno del pueblo alemán, musicalmente equilibrado. Weber además destacó como exitoso compositor y renovador de la forma tradicional del concierto para piano y orquesta.

Este quinto concierto de temporada concluye con la Segunda Sinfonía del compositor y pianista ruso Sergei Rachmaninov.

Del repertorio de este genial músico sus creaciones más importantes son sus obras para piano y tres sinfonías.

Todas gozan de merecida aceptación en el gran público por la belleza melódica de sus temas, y de sus sinfonías la número 2 es la más popular, sobrepasando con creces a las otras dos.

En el universo sinfónico es descrita como una obra grande, meditativa, romántica, y poseedora de una orquestación profusa y apasionante.

Más de una década transcurrió desde el fracaso de la primera sinfonía que sumió a su autor en una severa depresión nerviosa, hasta el éxito de esta segunda.

En medio de esta situación emocional Rachmaninov estaba decidido a no intentar embarcarse en la composición de otra sinfonía.

Pero a pesar de sus recelos y su inseguridad terminó la obra, y dirigió su estreno en San Petersburgo, y más tarde en Moscú y en Varsovia, siendo recibida con aplausos entusiastas por los auditorios.

Esa popularidad ha continuado hasta nuestros días, perpetuando a su autor como sinfonista, llegando a otorgársele el prestigioso y lucrativo Premio Glinka.

Los musicólogos repiten que una interesante característica de esta sinfonía es la frecuencia de notas sostenidas en el registro bajo.

Y destacan que el resultado es armonías que cambian lentamente, lo que da a esta obra una grandiosa cualidad monolítica por debajo de sus melodías y motivos variados.

Si se analiza con detenimiento el programa del Quinto Concierto de nuestra máxima institución orquestal, y apelamos al recuerdo de los cuatro precedentes, no sería exagerado afirmar que la Fundación Sinfonía y el Ministerio de Cultura nos están depositando en un paraíso musical.

El Nacional

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