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Orto-escritura

Orto-escritura

Sorpréndase, si quiere, con el significado de estas palabras

La lengua, en el aspecto lexicográfico, es sobre todo cuestión de uso. El uso determina la atención de los académicos para que las palabras sean incorporadas al Diccionario. Debido a la diversidad geográfica y cultural entre los hablantes del español, la unidad deseada se torna imposible.

Veremos un grupo de palabras para comparar el valor semántico que le otorga el habla dominicana y el significado que le atribuye a cada una el Diccionario de la lengua española.

Las voces escogidas son: caco, casco, lechuzo, narigón, cuerazo, chinola, pinitos, tusa y liceísta.

Caco. La voz /caco/ procede del latín cacus y el DLE la define como “ladrón”. Hace referencia a la mitología romana, según la cual Caco, hijo de Hefesto y hermano de Caca, era un gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo.

Entre dominicanos, este vocablo equivale a cabeza. Los merengues están llenos de ejemplos: “A los jugadores….los van a llevar con la mesa al caco”, “Piden… que los Magos amanezcan tocando con el caco lleno de rolos”.

Casco. La voz que tiene relación etimológica con cabeza es /casco/. De acuerdo al Diccionario, significa esto: 1. m. cráneo (? caja del encéfalo). 9. m. Pieza de la armadura antigua que cubría y protegía la cabeza. 16. m. coloq. cabeza (? parte superior del cuerpo). Aquí nos inclinamos por la acepción número nueve del DLE para nombrar un objeto que protege la cabeza: el casco usado en centros industriales o para conducir motocicletas.

Lechuzo. Parece el masculino de lechuza, ave rapaz nocturna, pero no lo es. Respecto del ave, lechuza es común para hembra y macho. Entre ciertos hablantes dominicanos /lechuzo/ se aplica a un hombre muy desfavorecido por la naturaleza, igual que lechuza para la mujer poco agraciada.

El diccionario de nuestra lengua registra que /lechuzo/ y también su forma femenina, derivan de leche y con la función de adjetivo se dice un “muleto: Que aún no tiene un año”. ¿Qué es un muleto? Es un mulo pequeño, de poca edad. La hembra es muleta.

El vocablo /muleto/ está ausente del español dominicano. Al mulo en esa edad se le suele llamar “pichón de mulo”, quizás el único animal, fuera de las aves, a cuya cría se le llame pichón.

Narigón. La primera acepción que le pone el Diccionario a esta palabra es narigudo, lo que aquí llamamos “narizón” (Que tiene grandes las narices). En la tercera definición es donde registra la que conocemos como narigón: “3. m. Argolla, con cuerda o sin ella, que se pone en el hocico de los bueyes y otros animales para sujetarlos mejor”.

De lo que no da cuenta el principal código lexicográfico del español es del verbo /narigonear/. No aparece en el Diccionario. Es un término empleado como sinónimo de dominar. Entre periodistas se ha usado para reforzar un precepto ético: La prensa no debe dejarse narigonear de ningún poder. El Diccionario del español dominicano, publicación de la Academia Dominicana de la Lengua, sí ha incorporado este verbo.

Chinola. De acuerdo al Diccionario, solo se usa en Honduras con el sentido de betún (? líquido o pasta para lustrar el calzado). “2. m. y f. coloq. Hond. Persona mestiza cuyo color de piel es muy oscuro, tirando a negro”. Obviamente que será risible pedir un jugo de chinola en ese país. A nosotros nadie nos saca de llamar chinola al gustoso fruto de la pasionaria.

Liceísta. Aunque no le guste a tres de mis hijos, este vocablo aparece definido así: “1. m. y f. Socio de un liceo. 2. m. y f. Ven. Alumno de un liceo (? instituto)”. Pero para los dominicanos, esta palabra deja dicho: “Seguidor del más glorioso equipo de beisbol”.

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