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Orto-escritura

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Razones por las que “gandío” es puro dominicanismo

El adjetivo /gandío/, que se aplica mayormente a la persona que demuestra interés exagerado por cosas materiales, es un dominicanismo por partida doble.

Los lingüistas han señalado que una palabra adquiere esa condición por la vía lexicográfica o por la vía semántica. El dominicanismo léxico es un vocablo que no figura en el repertorio del español general, pero que tiene uso en el habla criolla y la mayoría conoce su significado. Por ejemplo: brigandina (forma de hacer las cosas) y zafacón (cesto de basura).

Cuando a un vocablo propio de la lengua general se le otorga un valor semántico diferente, estamos en presencia de un dominicanismo semántico. Ejemplo: china (naranja), cuero (prostituta).

Entiendo que /gandío/ es un término criollo por su morfología. Se ha originado a partir del adjetivo gandido, el cual es definido en el Diccionario de la lengua española de la siguiente manera: 1. adj. Zam. Cansado, fatigado. 2. adj. Col., Cuba y R. Dom. Comilón, hambrón. 3. adj. desus. Hambriento, necesitado.

Gandido es el participio de gandir que significa “Masticar el alimento y tragarlo”. Este verbo está en desuso. Nada tiene que ver la acción de “masticar alimento y tragarlo” con el significado que se le otorga en el habla dominicana a la voz /gandío/.

El Diccionario del español dominicano no registra el vocablo /gandío/, sino gandido al cual atribuye como primera acepción: “Referido a persona o a vehículo, que se desplaza muy deprisa”. En segunda acepción, indica lo siguiente: “Referido a persona, comilona, glotona”. En la tercera acepción es cuando aparece la relación semántica con avaricioso, que lo quiere todo.

A esto último se refieren los dominicanos cuando dicen de una persona que es /gandía/ y no gandida. La referida publicación, obra de la Academia Dominicana de la Lengua, apoya la definición de gandido en una frase tomada de la novela La Sangre, de Tulio M. Cestero: Y si la madre o la consorte le reprochaban “qué gandi(d)o eres”, replica risueño “lo mismo era papá y no murió del estómago”. Procede anotar que el novelista escribió /gandío/, pero los académicos agregaron, entre paréntesis la letra -d.

Pienso que en la segunda edición del DED esta definición debe ser revisada.

La forma gandido no encuentra uso en el habla dominicana. Si bien el vocablo /gandío/ es una corruptela por omisión de la -d, muy extendida en el habla popular dominicana (tupío/ tupido, candao/candado, partío/partido), ha adquirido por su uso entre los dominicanos, la característica de un vocablo único, no una palabra originada por la deformación de otra.

Ni siquiera los hablantes cultos asocian a /gandío/ con el participio de gandir, verbo desusado y no conocido en nuestro ámbito. “El que quiera más es un gandío”, suele decirse. O también: “Lo quiere todo para él, es un gandío”. El femenino está bien determinado: Gandía. “No he visto mujer más gandía que esa”.

Gandío (tres sílabas) lleva una tilde diacrítica determinada por los propios hablantes, pues nadie, en nuestro país, la pronunciará con diptongo: gandio (dos sílabas).

El Diccionario fraseológico del español dominicano, de Bruno Rosario Candelier, con aval de la Academia Dominicana de la Lengua, le da entrada al vocablo /gandío/, así escrito, aunque la frase que cita no es la más empleada por los hablantes dominicanos: “quien no lo sepa es un gandío”. Se aparta del más difundido valor semántico de esta palabra: codicioso, ambicioso, egoísta. Por hoy basta, quien pida más es un gandío.

Por: RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com

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