AJDABIYA, Libia. AP. Unidades pequeñas y móviles _menos vulnerables a los ataques aéreos que los tanques y otros vehículos blindados_ emboscaron primero un convoy rebelde que tanteaba las líneas del frente en las afueras de la ciudad. Después los soldados empezaron a cañonear la ciudad desde posiciones en el desierto, y finalmente transportaron soldados hasta las calles con vehículos civiles para engañar a los pilotos de la OTAN.
La batalla por Ajdabiya demostró el modo en que las fuerzas de Gadafi están adaptando sus estrategias en medio de los bombardeos de la OTAN.
Los soldados del gobierno y los rebeldes combatían ayer sábado en las calles de una ciudad clave después que los militares emplearon tácticas de guerrillas para lograr su mayor avance en territorio enemigo desde que comenzaron los ataques aéreos internacionales.
Por lo menos murieron ocho personas, dijo el funcionario de un hospital.
La captura de Ajdabiya daría a los militares libios una plataforma para atacar el principal bastión rebelde, la ciudad de Bengasi, a 160 kilómetros (100 millas) más al este, sobre la carretera costanera. Las fuerzas de Gadafi se aproximaban a Bengasi cuando fueron rechazadas por la campaña aérea internacional lanzada el mes pasado para defender a los civiles e inutilizar la aviación de Gadafi.
Para los rebeldes, perder la ciudad los reduciría a una franja costera en el este de Libia y permitiría que las fuerzas del gobierno presionaran más los escasos focos de oposición en el resto del país, incluso el sitiado puerto occidental de Misrata, donde seguían los intensos combates el sábado por segundo día.
El avance sobre Ajdabiya fue lanzado mientras los enviados internacionales intentaban nuevas iniciativas en procura de un acuerdo de paz. La Unión Africana dijo que pensaba despachar un equipo a Libia el domingo para entablar reuniones con el gobierno y líderes rebeldes.
Mientras tanto, en la capital Trípoli, Gadafi hizo su primera presentación pública en semanas con una visita a una escuela.