Unas vez, en los corrillos de la vida, el Universo mando a ubicar a un ser humano que se destacara por el amor apasionado y radical por el cine y la literatura, un ser que fuera tosudamente fiel a esas dos dimensiones del arte y la creatividad y que dedicara su vida al fomento del buen gusto por el séptimo arte.

Todas las pistas llevaron a determinar que se trata ba de un escritor y crítico dominicano llamado Arturo Rodríguez Fernández.

Labor sin igual

La labor que desarrolló en vida Arturo Rodríguez Fernández es responsable de la creación de dos generaciones de cinéfilos educados en el buen cine.

Se trata de una labor de años, expresada en númerosas jornadas y proyectos que finalmente mostraron que el cine es un arte y que no siempre es una mercancía de a tanto por boletas.

Escritor prolífico

Fue un cuentista de garra y detalle, dramaturgo de formación y humor, drama y sarcasmo.

Sus cuentos fueron afortunadamente editados como obras completas por el Ministerio de Cultura durante la Feria Internacional del Libro del 2009,

Sus obras de teatro llenaron plateas, casi siempre dirigidas por Enrique Chao.

Ahora nos ha dejado herencia la formación de nuevas generaciones y el desarrollo de la industria cinematográfica, en sus roles de Director Nacional de Cine, Asesor de Cine del Poder Ejecutivo y Director de la Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, e impulsor de los movimientos cine-clubistas en instituciones como Casa de Teatro y universidades, además de ser el jurado principal de la categoría de Cine en los Premios Casandra.

Firme o cuadrado, la opinión de Arturo había que tomarla en cuenta. Era tan serio en su labor crítica que incluso solía acabar con películas que el mismo traía o a las que estaba vinculado empresarialmente, una actitud ética completamente incomprensible a la luz de los ojos del profano en cine y en negocios.

Supreme Cualty Video

Pero era más: fue el creador del video club de arte Supreme Cualty Video, ubicado en la planta baja de Galerías del Naco, donde se puso a disposición del público amante del cine, la muestra más importante y selecta de cine. Ese video club fue lugar a donde buscar cine de calidad cuando las carteleras comerciales no atraían. Allí estaba su criterio y su selección.

La Muestra de Cine

Desde el jueves 10 del entrante mes de febrero, se monta en el Palacio del Cine de Bella Vista Mall y con el auspicio de Mazola, la XIII Muestra Internacional de Cine, un evento creado por Arturo Rodríguez Fernández hace 14 años .

La Muestra, con motivo de la partida de Arturo, está dedicada a él y son varios los homenajes que se le rendirán.

La XIII MICSD tiene una trascendencia singular que debe ser captada por la gente por cuanto el cine alternativo, independiente, de calidad, latino y europeo, está tomando cada vez más importancia en el gusto de la gente. Ese auge ha llevado a que se establezca un complejo de salas, Fine Arts, exclusivamente para presentar este tipo de cine permanentemente en esta edición

Este era Arturo

Rodríguez Fernández ha sido el más radical, completo, polémico y crítico, gestor, distribuidor y exhibidor de cine de calidad que haya tenido la República Dominicana en toda su historia.

Las medias tintas no iban con su personalidad y sus críticas, programas de radio y televisión, sus espacios de debate del cine, eran demoledoras.

Los cine-clubs

Arturo fundò el l Cine Club Dominicano (Cine Elite) y el Cine Club Lumiere (en el Cinema Lumiere, de la Avenida Independencia, hoy espacio convertido en consultorios de la Clínica Independencia).

En estos dos cine clubs se formaron tantos jóvenes en los criterios del buen cine y salieron muchos de los críticos establecidos hoy, como Félix Manuel Lora y Anthony Pérez.

Terror crítico

Para muchos directores dominicanos de cine, Arturo Rodríguez era el terror cuestionante de sus producciones.

Con criterios muy estrictos, Rodríguez era un valladar difícil de cruzar por la mayoría de las producciones nacionales.

Era proverbial el que comentara sobre todos los es trenos de las películas dominicanas, de las cuales, o les entraba ¨con la conga, o le dedicaba dos párrafos irónicos que enviaban su mensaje claro de rechazo.

Arturo no le resultaba indiferente a nadie. Con sus ideas muy fijas y bien puestas, era el tipo de crítico que demandaba excelencia en el arte. Y no dejaba tregua.

Su vida

Abogado , escritor y crítico de cine. Empresario cinematográfico y gestor cultural del cine.

Hizo cursado de apreciación de arte en en las universidades Luis Pasteur, de Francia, y Gabriel Dannncio de Italia.

Era autor de numerosas obras, entre ellas Espectador de la Nada, Para que lo Escriba Otro, Refugio de Cobardes, Cordón Umbilical y Hoy No Toca La pianista Gorda. Era presidente de la Asociación Nacional de Cine y miembro de la Casa del Escritor Dominicano.

Desde hace 36 años era crítico de cine para los principales periódicos y revistas del país y fue miembro del jurado de un sinnúmero de festivales internacionales de cine. Fue promotor de la cultura cinematográfica a través del «Cine Club Lumiere» y distribuidor y exhibidor de películas de arte.