ZURICH, Suiza. AFP. El sacrosanto secreto bancario suizo, principal argumento para atraer capitales del todo el mundo en busca de seguridad, discreción y menos impuestos, parece condenado a desaparecer, después de que el ministro suizo de finanzas admitiera la posibilidad de un intercambio automático de datos bancarios con la Unión Europea, estimaron los analistas.
El ministro de finanzas Hans Rudolf Merz causó sensación al evocar el intercambios de informaciones bancarias con la Unión Europea a cambio del acceso de los bancos suizos a los servicios financieros europeos.
«Si queremos tal acuerdo con la Unión Europea, debemos aceptar la reglas europeas y Europa dispone el intercambio automático de informaciones», dijo Merz a la prensa suiza.
En los últimos años, Suiza flexibilizó el secreto bancario, aceptando entregar informaciones a aquellos países con los cuales firmó acuerdos y sólo en caso de sospechas de fraude.
Con el intercambio automático de datos, cualquier contribuyente extranjero que disponga de cuentas en Suiza verá sus informaciones transmitidas al fisco de su país, lo que anula las ventajas del secreto bancario.